Una de las noticias previas a la carrera masculina que hoy se disputa en Estocolmo explicaba gráficamente como a Javier Gómez Noya los rivales se le están “cayendo como moscas” en estas Series Mundiales de triatlón de 2015. El primero fue Jonathan Brownlee, al que una lesión truncó la campaña en su ecuador, pero en las últimas semanas se le han unido prácticamente todos sus perseguidores en la general a excepción, precisamente, de los dos españoles que comparten con él el podium virtual de la competición, Mario Mola y Fernando Alarza. Así, tanto Vincent Luis como Richard Murray, cuarto y quinto de la tabla, han descartado tomar parte en la cita sueca, mientras que el mayor de los británicos, Alistair, ha mantenido el “suspense” sobre su presencia en Suecia para, finalmente, renunciar asimismo a tomar la salida. La explicación oficial, problemas en un tobillo que le hacen decir adiós a la posibilidad de conseguir el título y que podrían además impedirle estar en Edmonton –la penúltima prueba– dentro de dos semanas.
En cualquier caso, Gómez Noya no solo se está mostrando por encima de cualquier problema físico, sino que tiene la oportunidad hoy en Estocolmo –la salida de la carrera será a las 15.30 horas– de dejar prácticamente sentenciado el que sería su quinto título mundial. Y es que la regularidad del ferrolano le ha permitido ir descartando aspirantes a arrebatarle la corona hasta convertir este circuito en prácticamente un mano a mano entre él mismo y Mario Mola, salvo que se den extraordinarias circunstancias. Además, no solo ha llegado a este momento de la campaña con los deberes hechos sino que ya se ha asegurado la plaza para Río en el propio escenario de los Juegos y lo ha hecho pulverizando a un pelotón en el que solo faltaba el pequeño de los Brownlee.
Con todas estas bazas a su favor, Gómez Noya afronta hoy un trazado que, sin embargo, no se le ha dado especialmente bien en las recientes campañas. Así, terminó en la segunda posición en las citas de 2012 y 2013, mientras que, en la del año pasado, se retiró de una carrera en la que, de cualquier forma, no hubiera podido puntuar para la competición. Ha habido ligeros cambios en la primera etapa, la de la natación, mientras que se mantienen los tramos de ciclismo y atletismo, caracterizados por sus curvas y cuestas, en un entorno completamente urbano.