Tras ganarse un puesto entre los nueve mejores canoístas europeos, André Oliveira demostró ayer en la final A de la prueba individual de mil metros del Campeonato de Europa en pista que su progresión internacional discurre por el curso adecuado. El deportista del Náutico Firrete pujó entre los mejores para acabar situado en una más que honrosa séptima posición.
El oro recayó en el alemán Sebastian Brendel, máximo favorito para hacerse con el entorchado. El germano dominó la regata de principio a fin y, con un arranque explosivo, logró tomar ventaja respecto a sus inmediatos rivales ya desde los primeros metros. El moldavo Oleg Tarnocschi se postuló en esas primeras paladas como el único capaz de hacerle frente pero, ya en el ecuadro de la prueba, Brendel dejó claro que, salvo desfallecimiento inesperado, nadie podría arrebatarle el oro. Y su desfallecimiento no llegó. Al final, el que desinfló fue el propio Tarnovski, que tras mantenerse entre los tres mejores buena parte de la regata concluyó finalmente último; mientras que, de menos a más, compartieron podio con el alemán el polco Kaczor y el ucraniano Altukhov.
Entre el pelotón de palistas del este, Oliveira exhibió una gran regularidad durante todo el recorrido. El español, consciente de cuáles eran sus fuerzas, supo dosificarse, manteniendo un ritmo constante, en puja con el bielorruso Piatrou y el italiano Craciun. Al final, superado por el primero pero por encima del transalpino y aprovechando el “pinchazo” de Tarnovschi, Oliveira, que remó en la calle uno, concluyó en la séptima plaza con un registro de 4:05.136, a algo más de nueve segundos y medio del ganador.