Manuel Pérez subrayó que “Cándido Hermida representa la esencia del empresario hecho a sí mismo, que tiene muy presente el concepto familiar de la empresa pero también la necesidad de dar pasos firmes para dotarla de los mecanismos necesarios para afianzar su competitividad”. Idéntica apreciación la extiende Pérez a la “apuesta por la economía comarcal y gallega” y que en su opinión constituye “un ejemplo a seguir y cuyo modelo de trabajo revaloriza la artesanía como pauta de sus principales aportaciones al sector”.
El acto de entrega de la insignia de oro de IEN por Europa, cuya fecha está todavía por confirmar, tendrá lugar el próximo otoño y contará con la presencia de representantes y personalidades de la vida política, social, económica y empresarial de toda Galicia, como ha sucedido ya en anteriores ocasiones en el marco de la concesión de dicha distinción.
Un gran crecimiento
En apenas tres lustros, el Grupo Cándido Hermida ha pasado de ocupar un modesto taller en Valdoviño a constituirse en una de las compañías gallegas con más amplia dimensión en el exterior y que mayor número de empleos directos ha generado una única iniciativa privada en toda la comarca, ya que en la actualidad da ocupación a 600 personas.
El punto de inflexión que ha determinado tan espectacular crecimiento lo constituye, a partir de 1992, el inicio de su relación con el grupo textil Inditex para el equipamiento de sus tiendas, lo que ha llevado al diseñador y fabricante de mobiliario a trabajar en más de 70 países. La actividad internacional de Cándido Hermida ya se había iniciado, sin embargo, con anterioridad a la colaboración con la empresa de Ortega. A la realización de expositores para la firma de alta joyería Tiffany se sumaban contratos para el equipamiento y habilitación de cruceros y yates de lujo construidos en astilleros de Inglaterra y Francia, actividad esta última con la que continúa y que sigue asimismo la senda del crecimiento.
Inditex constituye sin embargo el arranque definitivo del exponencial redimensionamiento del Grupo Cándido Hermida, ya que en la actualidad representa más del 50 por ciento de la facturación del grupo, que cerró 2015 con un volumen de 55 millones de euros.
Así, en 2007 Hermida afronta su proyecto más ambicioso, que se transforma en la construcción de una gran nave de 30.000 metros cuadrados en el polígono Río do Pozo, en Narón, dotado de alta tecnología no solo con destino a la fabricación en madera sino también en metal, un material con el ya había empezado a trabajar quince años antes y que se ve complementado por la producción en acrílico.
Artesano en esencia, Cándido Hermida, nacido en la parroquia de Ferreira (San Sadurniño) en 1939 y cuya actividad laboral emprendió con apenas 17 años, ha procurado transmitir sus conocimientos a sucesivas generaciones de trabajadores. En la actualidad conviven en sus plantas de producción hasta dos generaciones de empleados, entre las que es frecuente encontrar a padres e hijos. De hecho, la formación y capacitación de los trabajadores corre a cargo de los maestros artesanales bajo la supervisión directa del fundador, a su vez auxiliado en el ámbito de la gestión económica y organización empresarial por sus hijas Natalia y Cristina.
El trabajo artesanal se ve además apoyado por el área de diseño, en la que solo en la planta naronesa trabajan 42 ingenieros, 10 arquitectos y 17 arquitectos técnicos, además de profesionales de otras titulaciones.