A Anna Gabriel, la dirigente de la CUP que impuso en Cataluña la moda de cortarse el pelo al estilo de las nekanes, se le va mucho la olla. Evidentemente por eso pertenece a la CUP, donde lo de perder la cabeza no es una exclusiva de ella, sino que se ha socializado entre todos los militantes. Solo hay que leer el comunicado que emitió la formación tras el atentado de la Rambla, en el que expresa su “rechazo frontal a todas las formas de terrorismo fascista fruto de las lógicas internacionales del capitalismo”. “No hay más preguntas, señoría” es el único comentario que merece semejante estupidez. FOTO: anna gabriel | aec