El sector de Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña hizo ayer públicos los resultados de la última campaña autonómica de prevención de consumo de alcohol y drogas al volante con motivo de las celebraciones navideñas, más concretamente las cenas familiares y de empresa. El informe revela que, durante el último fin de semana, se registró un gran aumento de esta clase de infracciones, datos que se ven corroborados por los resultados de la última sesión de la campaña “Programa Cero” de la Policía Local de Ferrol.
Así, entre los días 14 y 16 la Guardia Civil realizó un total de 529 pruebas de alcoholemia a lo largo de la comarca –de un total de 1.850 en la provincia de A Coruña y 8.386 en toda Galicia–, de las cuales seis resultaron en denuncias administrativas y dos en instrucción de diligencias. Del mismo modo, las cifras de la Policía Local muestran una tendencia similar, con cuatro investigados por delitos contra la seguridad vial y tres denuncias administrativas.
De acuerdo con el informe de las fuerzas del orden, los dispositivos principales fueron establecidos en puntos clave en los que se sospechaba de la presencia de conductores embriagados; y estos, a su vez, fueron complementados por otros más pequeños y rotatorios para poder abarcar así una mayor superficie, además de evitar los grupos de redes sociales y servicios de mensajería que avisan de su presencia.
En cuanto al “Programa Cero”, los resultados obtenidos durante esta última sesión muestran una ligera mejoría con respecto al inicio del mismo –el fin de semana del 16 de noviembre, en el que se efectuaron siete denuncias administrativas por consumo de alcohol, una penal y otras nueve por consumo de drogas–, pese a que continúan siendo conclusiones negativas. Curiosamente, la cifra más significativa, y quizás más positiva, es el dramático descenso en el número de casos de conductores descubiertos circulando sin cinturón de seguridad. Así, la Policía Local pasó de registrar un total de 39 casos durante el inicio de la campaña a tan solo seis días después.
Pese a todo, las fuerzas del orden han recordado que el consumo de alcohol y drogas al volante supone un riesgo para la seguridad de todos los conductores, no solo de los embriagados, y que la detección de estas sustancias puede suponer penas de cárcel y multas de hasta 1.000 euros.