La mejoría experimentada por el Racing en las últimas semanas le ha permitido salir de la situación casi crítica en la que estaba tras catorce jornadas sin ganar. El pronóstico sigue siendo reservado, pero al menos el equipo ferrolano ya no se encuentra en posiciones de descenso directo y, sobre todo, emite signos de mejoría, como lo demuestra el hecho de llevar tres jornadas sin perder. Así que el partido que lo enfrenta al Talavera esta tarde –17.00 horas, A Malata– le brinda la posibilidad de prolongar esta tendencia al alza y empezar a confirmar su candidatura a lograr la permanencia de una forma más o menos cómoda.
La llegada de Ricardo López ha traído un cambio de mentalidad que hace que ahora a los jugadores del equipo ferrolano se les vea más sueltos sobre el terreno de juego, tengan las ideas más claras y, sobre todo, demuestren una calidad que ya habían mostrado anteriormente. Fruto de ello son dos empates –que hasta los últimos minutos eran victorias– y un triunfo que ejerció de liberación. Cinco puntos que han sacado al cuadro verde de la zona de descenso en la que estaba para pasar a estar en la posición que obliga a ganar una eliminatoria para mantenerse en la categoría de bronce nacional. Un cambio radical que se refleja en la que se hacer frente a cada partido del campeonato liguero.

Problemas
Con la única ausencia de Seoane y la duda de Fran Sota, aquejado de problemas musculares durante toda la semana, el Racing dispone de casi toda su plantilla para hacer frente a un enfrentamiento en el que se medirá a una de las dos escuadras que todavía no sabe lo que es ganar a domicilio. El Talavera, de todas maneras, ha demostrado su nivel en muchos partidos y, por eso, se encuentra en la zona media-alta de la tabla clasificatoria, con diez puntos más que su rival de hoy.
El Racing, por su parte, quiere hacer de A Malata un auténtico fortín del que se vaya la menor cantidad posible de puntos. Será una manera de “enganchar” a su afición y, de paso, acercarse un poco más a la salvación. l