La Cátedra Jorge Juan contó ayer con la presencia del periodista y escritor Juan Cruz, quien hizo una pausa en sus quehaceres habituales para acercarse a Ferrol, una ciudad que conoce de anteriores ocasiones pero también a través de las letras Gonzalo Torrente Ballester. Inmerso en la escritura del que será su próximo libro, “Primeras personas”, en el que Cruz hará un repaso mental por aquellas personas que, de algún modo marcaron su vida, el escritor canario se aleja de su faceta más personal, explorada en su última novela “Un golpe de vida”, en la que hace un repaso a su vida, marcada por dos hechos fundamentalmente, la crisis en la prensa y la salud de su hermana y su hija.

Cruz aseguró no tener nada preparado para su ponencia de la Cátedra Jorge Juan. “Mi intervención de hoy llevo preparándola más de 50 años”, aseguró en referencia a todo el tiempo que lleva ejerciendo de periodista, labor que inició a la temprana edad de 13 años y que todavía hoy, a los 69, sigue cultivando.

“Periodismo y cultura en el siglo XXI” es el título de la conferencia impartida ayer por Juan Cruz, quien fue merecedor en el año 2012 del Premio Nacional de Periodismo. Asegura el escritor canario que pese a que los intereses de la gente puedan parecer otros la cultura nace del interés por la lectura, que sostiene que es creciente.

Considera además que si en canales como la radio o la televisión existiese una política de divulgación de temas culturales más potente la cultura sería referencia. Sostiene Cruz que son los propios periodistas los máximos responsables del contenido y la calidad de lo que se publica y que eso no tiene tanto que ver con las condiciones laborales del sector.

“A los periodistas nos gusta mucho quejarnos, desde siempre. En mis más de 50 años de profesión nunca me he encontrado un jefe que me dijera entrevista a esa persona, pero haz una mala entrevista”. A este respecto recuerda que el caso Watergate surgió cuando “dos periodistas mal pagados del Washington Post fueron a cubrir un caso que parecía cotidiano pero vieron que había algo más, se lo comunicaron a su jefe y este les dijo, investigadlo”.

Cruz considera que sin voluntad del periodista no habrá ni más ni mejores contenido culturales ni de otro tipo en la prensa diaria. El periodismo de investigación debe surgir del interés del propio redactor.

Sobre un tema de actualidad como el Caso Cifuentes, Juan Cruz cree la prensa está tratando el tema con cierta desidia la polémica del máster.

“Es sabido que esta persona ha mentido, el periodista debería investigar más el caso, no es de recibo que esta mujer diga abiertamente que debe ser la justicia la que lo investigue, no podemos ni debemos quedarnos cruzados de brazos”, asegura.