Ferrol, en busca de su propio museo

Ferrol, en busca de su propio museo
Solo el Museo Naval o el Museo Permanente de la Construcción Naval (Exponav), ambos de la Armada, son las únicas referencias museísticas ferrolanas jorge meis

Pese a que la Historia ha reservado para Ferrol un papel trascendental en el desarrollo del país, la ciudad naval carece de un museo propio, de carácter institucional, capaz de presentar, como sucede en otras urbes, una muestra que englobe desde sus orígenes hasta la actualidad. Las únicas instalaciones propiamente dichas en este sentido, aunque intrínsecamente relacionadas con el devenir de los siglos, son las existentes en el antiguo edificio de Herrerías, que alberga el Museo de la Construcción Naval,  dirigido exclusivamente por la Armada, impulsora de su creación, y que permite realizar un recorrido por los principales elementos que constituyen desde hace siglos la expresa relación de la institución militar con la ciudad, así como la impronta de la actividad de los astilleros en su desarrollo general.
El documentalista e investigador Juan J. Burgoa y el historiador Guillermo Llorca han dado ahora forma a un proyecto largamente pergeñado y que trata de cubrir un vacío evidente en una ciudad que en su momento fue la primera de Galicia y cuya historia ha sido, en muchos aspectos, trascendental para dibujar el mapa historiográfico de todo el país. 
El proyecto cobra entidad mediante la “declaración aprol dun museo da cidade de Ferrol”, ya registrado en el Concello y que ahora se eleva de forma definitiva al alcalde de la ciudad, Jorge Suárez, para que sea la institución municipal la que aborde los pasos necesarios para su creación. La demanda incluye el apoyo explícito de un total de 17 entidades, todas ellas de carácter eminentemente cultural, con el objetivo de saldar esta deuda. Los impulsores se hacen eco de una realidad. Y es que pese a que Ferrol tiene “un rico pasado colectivo, con raíces na prehistoria e época castrexa” así como “sinais de identidade, cunha grande contribución á cultura galega”, carece “dun Museo da Cidade que recolla, como outras poboacións de Galicia, todo ese variado patrimonio histórico”.
Motivos más que suficientes, tal y como se destaca en la “declaración” para que “a estas altura do século XXI” disponga de unas instalaciones que completen otros espacios expositivos, como es el caso del Museo Naval o la Exposición Permanente de la Construcción Naval (Exponav), sin olvidar los espacios reservados en el centro cultural Torrente Ballester para las colecciones de pintura, artes gráfica, fotografía o escultura ya existentes y que alberga, entre otros, los fondos de lo que todavía se conoce como el Museo Bello Piñeiro, un objetivo que nunca se llegó a plasmar pese a la impronta y el amplio legado del pintor nacido en O Seixo (Mugardos).
“Por iso” Ferrol “necesita, de xeito urxente, contar con algún edificio emblemático do patrimonio público para albergar” el museo, argumentan los promotores.
Su creación se orienta hacia un espacio cultural capaz de guardar, exponer y poner en valor los objetos o colecciones referentes a la prehistoria, la época castrexa, el periodo medieval, la Ilustración o el Modernismo junto a elementos o bienes procedentes del patrimonio industrial y comercial, la cultura del trabajo, la memoria obrera o el fenómeno migratorio, el Camino Inglés e incluso los fondos documentales acumulados hasta el momento con motivo del expediente relativo a la declaración de Patrimonio de la Humanidad, cuya labor se inició, en fechas como las de ahora, hace ya tres lustros, por poner algunos ejemplos.
Unos fondos que también incluirían aquellos que, procedentes de otros museos ubicados en diferentes ciudades, sean susceptibles de retornar a la ciudad, además de los existentes en entidades oficiales, asociaciones culturales o los procedentes de donaciones.

Silencio del Concello
La propuesta se ha encontrado con el silencio por parte del gobierno municipal. “Ni tan siquiera han contestado al acuse de recibo”, apostilló ayer Burgoa tras hacer pública la iniciativa y sin esconder su frustración ante tan nula sensibilidad. “O Museo da Cidade debe cumprir os obxectivos de protexer, conservar e difundir o patrimonio histórico e cultural”, así como “facilitar o traballo de estudiosos e investigadores”, recoge la declaración. 
Como “refuerzo” al proyecto se contempla además la creación del Centro de Estudos Locais “e a correspondente Revista de Estudios Históricos” para difundir los trabajos de investigación.

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