Los seis concejales de Ferrol en Común trasladarán la próxima semana a la coordinadora del partido (formada por los propios ediles y por dos representantes de cada grupo de trabajo) la situación que se vive en el seno del gobierno, su relato de los pasados diez meses, para que este órgano proponga la ruptura o la continuidad del pacto con el Partido Socialista (cinco ediles). Una semana después (la del 18 de abril) se someterá la resolución de la coordinadora a la asamblea. Este encuentro será abierto a todos los ciudadanos aunque solo los inscritos en FeC tendrán derecho a voto.
Con esta decisión tomada, y a pesar de que en las declaraciones del alcalde, Jorge Suárez, todavía caben llamadas a la “responsabilidad” y habla de que “estamos a tempo de solventar os erros”, el camino del bipartito parece llegar a su fin sin haber cumplido ni un año de viaje. Ferrol en Común se quedaría en el gobierno en solitario, con menos de la cuarta parte de la corporación y a expensas de una hipotética moción de censura que los desaloje de la Alcaldía. “Non temos temor, cremos que o noso proxecto é viable e mentres ningunha outra forza utilice os mecanismos legais que hai, seguiremos adiante porque temos o compromiso cos nosos votantes e coa nosa militancia”, dice el regidor. Además están respaldados “pola democracia, que se sustenta nos votos da cidadanía de Ferrol, que votou ás forzas de esquerdas e elas apoiaron ó candidato de Ferrol en Común”.
Las posiciones públicas del alcalde y de la socialista Beatriz Sestayo eran ayer muy diferentes. Suárez fue contundente en su crítica al funcionamiento del bipartito mientras que la portavoz del PSOE solo ve “algunha discrepancia” que, en su opinión, “está sobredimensionada” y afirmó que su partido está “onde sempre, na labor de servir á cidade de Ferrol e de cumprir os compromisos acadados nos acordos de goberno”. Para su grupo “o pacto está vixente, sen dúbida”. Se refiere Sestayo a “argumentarios doutras forzas políticas” cuando se le pregunta por la existencia de gobiernos paralelos y, respecto a la lealtad, afirma no estar “na cabeza do alcalde” para saber a qué se refiere. “Iso ten que contestalo el, o Partido Socialista con quen ten lealdalde é coa cidade e cos compromisos adquiridos”. No tratará el PSOE esta crisis en ninguna ejecutiva extraordinaria y seguirá con su agenda habitual “salvo que exista algún cambio”.
Sobre las últimas discrepancias en el seno del gobierno, como la fallida reunión del jueves para cerrar el borrador de los presupuestos, evitó opinar porque “xa está alimentada suficientemente unha polémica que en nada beneficia á cidade” y porque “mentres sexamos goberno, espero que por moito tempo, o que teña que dicir direino nos foros internos”. Ese encuentro ni empezó, según Ferrol en Común porque las modificaciones que el PSOE iba a hacer al documento presentado por Hacienda tenían que llegar el lunes y se presentaron solo quince minutos antes de la reunión. Suárez hablaba ayer de un “aprazamento” hasta estudiar las propuestas socialistas y después “volveremos ter unha xuntanza”.
Las razones
El distanciamiento entre el PSOE y FeC, según el alcalde, tiene que ver con “circunstancias que se veñen repetindo case desde o inicio deste goberno” y que relaciona con la falta de un ejecutivo unido. “Desde o principio defendín que non poderiamos resistir gobernos paralelos”. Pero esa situación, a su juicio, se da, y se refleja “en actuacións concretas que serán as que faremos chegar á asemblea de Ferrol en Común” pero que ayer no quiso detallar. Son un “cúmulo de factores” que incluyen “problemas de comunicación, falta de interrelación entre os concelleiros” y la imposibilidad de “facer un equipo único de traballo”. “Manter dous gobernos prexudica gravemente os intereses de Ferrol e creo que por responsabilidade e por coherencia o pacto non tería vixencia con esa actitude”, sentenció.
Suárez dice “respectar moitísimo” el trabajo de algunos concejales del PSOE pero que otros se dedicaron “máis a fomentar a imaxe do Partido Socialista que a traballar en interese da cidade e iso prexudicou gravemente a saúde do pacto e a capacidade de levar a cabo iniciativas”. No son “diferencias persoais” las que más pesan. “A palabra principal que debe primar entre organizacións políticas que chegan a un acordo de goberno é a lealdade, cando esta premisa non se cumpre é cando xorden as dificultades”, afirma. Las informaciones que aparecen en los medios “poñen en evidencia que esa lealdade non se dá” pero, asumiendo también que “nós cometemos erros”, abre la puerta a que el PSOE “se achegue a renegociar e a solventar as diferencias”. Hay solución “se o obxectivo é Ferrol e non as disputas partidistas con vistas a citas electorais”.