Quedan ocho jornadas para el final del campeonato de liga y el Racing sigue tratando de confirmar su continuidad en la categoría, que parece muy cercana, ya que la trayectoria del grupo en esta campaña hace presagiar que cuarenta y dos puntos serán suficientes para poder conseguir la permanencia.
Sin embargo, el objetivo del conjunto departamental no debe de quedarse solo en la salvación, sino que tiene que intentar ganar el mayor número de puntos posibles en busca de alcanzar la clasificación para poder jugar la Copa del Rey, al tratarse de una competición muy atractiva para todos los equipos, ya que se pueden conseguir unos importantes ingresos.
De las ocho jornadas que restan por disputarse, el cuadro verde tendrá que dirimir cuatro en su terreno de juego de A Malata, mientras que otras tantas las afrontará en feudos rivales.
Por el escenario ferrolano tendrá que pasar el Osasuna B, la Ponferradina, el Somozas y el Boiro, mientras que los desplazamientos los hará hasta los terrenos de juego del Tudelano, la Cultural Leonesa, el Coruxo y la Arandina.
Los cálculos indican que con dos le llegaría para conseguir la permanencia, mientras que para luchar por la Copa del Rey tendrá que ganar, al menos, cinco, para tener opciones y en eso es en lo que deben de trabajar los futbolistas del cuadro departamental, ya que, en caso de no lograr esa clasificación, habría que reducir todavía más el presupuesto para la próxima liga.
Desde la plantilla se “vende” el mensaje de lo que les preocupa es alcanzar la permanencia cuanto antes y que, después, se intentará luchar por otras metas, pero lo importante es tratar de conseguir el triunfo en el encuentro que el domingo disputa ante el filial navarro, que está empatados a puntos con los pupilos de Miguel Ángel Tena, y que también necesita el triunfo para acercarse a la salvación.
El conjunto navarro cuenta con jugadores muy desequilibrantes y a los que, si se les dejan espacios, pueden hacer mucho daño.
Al final de la confrontación de la pasada semana, el entrenador racinguista daba un toque de atención a sus pupilos cuando destacaba que “la gente joven nos dio una lección, por intensidad” y eso es en lo que trabaja esta semana para intentar que no se vuelva a producir y que los tres puntos se queden en el casillero de la escuadra local.
El técnico del cuadro verde espera que la mala actuación de su equipo en el Anexo de Zorrilla no se vuelva a repetir y que sirva de experiencia para que el equipo retorne a la linea mostrada en el choque ante el Palencia.
No es de descartar que el preparador del equipo departamental introduzca algún cambio para recibir al Osasuna B.