Una multinacional brasileña del granito comprará Seaquarz por ocho millones

Una multinacional brasileña del granito comprará Seaquarz por ocho millones

El fin de la crisis por la que atraviesa la naronesa Seaquarz, la antigua Privilege, comienza a tocar a su fin con la entrada del grupo brasileño Guidoni, que se hará cargo de la empresa ubicada en As Lagoas a principios de año con la firma del acuerdo de compra, según informaron ayer fuentes de la empresa.
De este modo, el grupo brasileño, dedicado al granito, se hará cargo de Seaquarz al abonar ocho millones de euros, que incluyen la deuda que arrastra la empresa naronesa.
Con esta operación se pone fina a varios meses de incertidumbre sobre la empresa, ya que la firma brasileña se compromete a mantener el empleo y a regularizar los salarios de los más de 40 trabajadores.
La operación de compra está inmersa en el interés del grupo Guidoni por implantarse en Europa en el sector del cuarzo, dado que ya es una de las grandes empresas líderes dentro del granito a nivel mundial.
Por ello, afirman desde Seaquarz, el grupo brasileño ha elegido la opción de la empresa naronesa dada su posición en el sector del cuarzo para lanzarse al mercado europeo.
De este modo, la plantilla ha recibido son “satisfacción” la noticia, puesto que se mantiene el cuadro de personal actual y se prevé la entrada en funcionamiento de un tercer turno de trabajo, según informaron.
Guidoni es un grupo de empresas especializadas en la extracción y procesamiento de piedras naturales. Considerada en la actualidad como uno de los mayores productores y comerciantes de granitos en el mundo, con operaciones que rondan los cien millones de euros. Además, trabajan 800 personas dentro del grupo en todo el mundo y posee 33 minas en Brasil.
De este modo, 90% de su producción se dirige a la exportación, principalmente a los mercados de América, Europa y Asia, según información recogida de su página web. 
La planta de Seaquarz ha sufrido mil avatares desde que hace más de cuatro años sus anteriores propietarios, los italianos del grupo Godi, la llevaron a la quiebra. Los trabajadores tardaron tres años en hacerse con la titularidad de la fábrica y en buscar, de la mano de la Xunta, un socio inversor.
El acuerdo formalizado entre los trabajadores y la empresa contemplaba el buscar una salida, entre ellas la de buscar un socio inversor, que en este caso se materializado con la entrada a principios de año del grupo Guidoni.

Una multinacional brasileña del granito comprará Seaquarz por ocho millones

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