España se une para decir adiós a un defensor de la democracia y la libertad

España se une para decir adiós a un defensor de la democracia y la libertad
El féretro de Rubalcaba sale del Congreso a hombros de una docena de agentes de los cuerpos de seguridad | jp gandul (efe)

Altas autoridades y la ciudadanía española se unieron ayer en la emoción para dar el último homenaje al defensor de la democracia que fue Alfredo Pérez Rubalcaba y a su legado por la libertad.


Los reyes el viernes y los monarcas eméritos ayer visitaron en el Congreso la capilla ardiente del histórico dirigente socialista, parlamentario de larga trayectoria, ministro con Felipe González y con José Luis Rodríguez Zapatero, vicepresidente del Gobierno, portavoz socialista en la Cámara, líder del PSOE...


Son tantos los cargos que tuvo Rubalcaba y tanta su influencia que quedaron en segundo plano las ausencias (Vox, ERC, entre los partidos) o la del expresidente José María Aznar, el único que no se dejó ver por el Congreso porque sí estuvieron José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y Mariano Rajoy.

A los tres les unió la emoción por la pérdida de una persona con “sentido de Estado”, “inteligente”, “brillante”, “conversador” “inigualable” y “muñidor de consensos” son algunas de las palabras que le dispensaron estos días las autoridades y los ciudadanos que visitaron la capilla ardiente.


Al rey emérito se le notó afectado, con los ojos llorosos, e igual estaba González. La emoción se palpó en el rostro del expresidente andaluz Manuel Chaves y en el semblante del primer ministro de Portugal, António Costa.


El fallecimiento de Rubalcaba logró que en dos días el PSOE de todas las edades y sensibilidades se haya unido, pues en la Cámara Baja coincidieron el “felipismo” (ha sido notable la asistencia de ministros de aquella etapa), el “guerrismo”, el “zapaterismo” y el “sanchismo”.


También logró que posiciones políticas contrapuestas y distantes se den un abrazo, como el de ayer entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, o el de ayer de Sánchez y Albert Rivera. El líder de Ciudadanos declaró que el legado que deja Rubalcaba es la defensa de la democracia y un aprendizaje claro: que “hay que cuidarla”.


Unidas Podemos a través de Irene Montero, el PDeCat por medio de David Bonheví y Marta Pascal y el PNV en la persona de Aitor Esteban dieron el pésame a la viuda de Rubalcaba, Pilar Goya, a su familia y a los dirigentes socialistas y cargos del Gobierno.


Sánchez permaneció desde el principio hasta el final del horario de la capilla ardiente tanto el viernes como este sábado, y no fue el único, ya que muchos repitieron: ministros.

A las 09.00 horas se reabrió la capilla ardiente y ya entonces aguardaban decenas y decenas de ciudadanos. La Cámara instaló ayer tres mesas con libros de condolencias para que se plasmaran mensajes anónimos.

Sólo un ciudadano protagonizó un momento de tensión al arrojar unos papeles al suelo y advertir de que no se movería de la sala hasta hablar con el presidente del Gobierno o con la ministra de Defensa, y entonces Sánchez se levantó, se acercó al individuo y le dijo: “Soy el presidente del Gobierno, acompáñeme”.


La llegada del féretro de Rubalcaba fue emocionante y más lo fue la salida. Aplausos y gritos de ánimo de más de mil personas elevaron aún más el volumen de la emoción por la despedida del político socialista. La familia, ya en privado, dio su íntima y última por la tarde.

Superada la emotividad que causó en España la pérdida del dirigente del PSOE, volverá la campaña electoral del 26-M con toda su intensidad.

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