La Diputación de A Coruña ha sacado a licitación la construcción e instalación de once monolitos para señalar sus recursos patrimoniales y artísticos. Una de estas placas se situará en el monasterio de San Xoán de Caaveiro, en A Capela, uno de los principales polos de atracción de visitantes de los recursos que gestiona la institución provincial. El cenobio, situado en el corazón de las Fragas do Eume, registró el pasado año 44.475 visitas, una afluencia de turistas que va en aumento a tenor de que en lo que va de 2017 ya se superó esa cifra.
El resto de monolitos se situarán en el Pazo de Mariñán (Bergondo), la casa de Wenceslao Fernández Flórez (Cambre), el castillo de Vimianzo, os Batáns do Mosquetín (Vimianzo), Forno Novo (Buño), las Torres do Allo (Zas) y de Altamira (Brión), e en los dólmens de Dombate (Cabana de Bergantiños), Axeitos (Ribeira) e Cabaleiros (Tordoia).
El servicio de Arquitectura de la institución provincial ya diseñó los monolitos, que consistirán en una base de granito silvestre de 90 centímetros de altura, sobre la que se colocará una placa metálica. En esta superficie, se cortará a láser una representación de la silueta o del elemento más simbólico y representativo de cada monumento y el logotipo de la Diputación, con el objetivo de unificar la señalización.
El presidente provincial, Valentín González Formoso, enmarcó esta inversión de 55.000 euros en el “importante esforzo económico para a conservación e promoción do seu patrimonio” que lleva a cabo la institución provincial, incluyendo la realización de visitas guiadas, el servicio de transporte gratuito o la colaboración en eventos turísticos.