La proliferación de ratas en algunos barrios de la ciudad, sobre todo los más abandonados, donde puntualmente se llevan a cabo campañas de desratización, ha llegado al centro de la ciudad y los roedores no han dudado en adentrarse en el Palacio Municipal, donde se ha detectado la presencia de roedores en algunas dependencias de la planta baja.

Hace dos semanas, concretamente el día 20 de marzo, el Concello tuvo constancia de un aviso de la presencia de ratas en alguna dependencia del edificio municipal, donde se detectaron excrementos entre el material. Ante esta situación, se dio aviso a la empresa Arumia, encargada del control de plagas y de las desratizaciones en el municipio y se produjo una primera intervención el pasado día 21, en los departamentos de Estadística, Tesorería, Recaudación y Hacienda, con la colocación de modernos dispositivos específicos para actuar contra los roedores.

En los días sucesivos, la empresa especializada repitió actuaciones dirigidas al mismo fin con la máxima celeridad, aplicando, como se informó desde el Concello, los productos oportunos, homologados y que resultan más efectivos a medio plazo.

En suma, a lo largo de las pasadas semanas se colocaron en torno a una treintena de trampas, en espacios diversos como debajo de los armarios, radiadores, esquinas de las dependencias, ya que se cree que las ratas pueden colarse por algunos agujeros que quedaron sin tapar al haber retirado algún radiador o levantado azulejos dejando algún agujero que hubiese permitido el acceso de ratas al interior del inmueble, sobre todo al tratarse de un edificio antiguo.

Orificios de acceso
Durante la jornada de hoy está previsto que una cuadrilla del área de Obras realice una batida por la planta baja del Palacio Municipal con el objetivo de tapar los pequeños orificios que puedan detectarse tanto en baños como en huecos de radiadores o fisuras que hayan quedado sin sellar de intervenciones realizadas en los últimos años y que pudiesen haberse deteriorado o agrandado con el paso del tiempo, evitando así posibles accesos de estos roedores desde el exterior.

La presencia de ratas, aunque no ha llegado a ser preocupante en cuanto a cantidad, sí se ha denunciado en diversos barrios de la ciudad como Ferrol Vello, O Bertón o el Ensanche, sobre todo en zonas donde se encuentran edificios en ruina o parcelas sin limpiar. De hecho, la disminución de las campañas de desratización en la ciudad ha sido una de las críticas registradas por entidades vecinales e incluso por grupos municipales de la oposición, denunciando la falta de un contrato con la firma encargada de estas cuestiones de prevención.
En pleno casco histórico de A Magdalena no es infrecuente cruzarse en alguna ocasión con ratas en las inmediaciones de alguna alcantarilla y, como ha sucedido ahora, pueden introducirse en el interior de bajos de edificios, sobre todo antiguos. Como ha sucedido ahora, ni siquiera respetan el Palacio Municipal.