Después de semanas planteándose una “decisión técnica”, que solucionara el problema del pavimento en La Marina, la Autoridad Portuaria ha decidido echar asfalto sobre el asunto. Literalmente: un nuevo firme de aglomerado asfáltico de 40 metros de longitud que podría estar listo el jueves y que sustituirá al que existía hasta ahora, de baldosas de granito, para evitar que se vuelva a repetir el problema del peso de tráfico que levantó al mismo tiempo las baldosas y una fuerte polémica entre los coruñeses, que veían cómo los obreros y las máquinas tenían que reparar un pavimento que se había abierto en mayo.
Los cálculos municipales son que hoy se echara el asfalto, mañana se dejará sacar y el jueves estaría listo para abrirse al tráfico. El plan original fijaba para el día 29 la retirada de las vallas y la reapertura de la vía al tráfico, que se cerró a principios de mes. Actualmente los vehículos se tienen que desviar e invadir la calzada reservada al peatón y, como la anchura es de un solo carril, un semáforo provisional regula el tráfico, pese a lo cual se registran frecuentes retenciones.
desencuentro
El problema en el pavimento permitió al Ayuntamiento y al Puerto escenificar una vez más su permanente desencuentro, puesto que cada uno culpaba al otro de la avería. Mientras que para el Gobierno local es evidente que el problema que desde un principio no se hizo bien, puesto que el propio arquitecto que firmó el proyecto advirtió de que esto podía suceder, el organismo portuario destaca que no estaba pensado para una densidad de tráfico tan grande (14.000 al día) como ha tenido que soportar desde su inauguración.
El Puerto aseguró que el firme de asfalto se coloca en La Marina por petición expresa del Ayuntamiento, “dada la intensidad de tránsito de vehículos que se prevé mantener en la zona”, en lo que es una referencia velada al hecho de que todavía no ha abierto el túnel de O Parrote al tráfico, a pesar de instarle a ello en numerosas ocasiones el organismo portuario. “Se había dispuesto en su momento un pavimento de piedra, dado que se preveía una intensidad de tráfico escasa. Pero una cifra de vehículos muy superior a la que se había planteado, provocó el deterioro y rotura de parte de este pavimento”, insistieron ayer fuentes de la Autoridad Portuaria, volviendo a cargar la responsabilidad de lo ocurrido sobre los hombros del alcalde, Xulio Ferreiro.
El tráfico se restringirá en marzo, una vez se haya abierto el túnel de O Parrote. A partir de esa fecha, no podrá transitar por la superficie de La Marina más que vehículos privados de los vecinos de la Ciudad Vieja y el transporte público. Pero el Gobierno local alega que, incluso si se hubiera abierto el túnel desde un principio, esto solo habría servido para alargar la vida útil del pavimento de baldosas unos meses más, puesto que el tráfico pesado, como los autobuses, seguiría transitando por la vía semipeatonal.
De momento, y tras desechar un refuerzo de la base de cemento del embaldosado, los técnicos de la Autoridad Portuaria y del Ayuntamiento decidieron ejecutar esta solución, que el organismo portuario considera “provisional” hasta el momento en que se restrinja la circulación de vehículos en la zona, en que se aplicará el pavimento definitivo.