El Racing se cuela otra vez en la final

El Racing se cuela otra vez en la final
El equipo ferrolano encontró una seria opción en su rival de ayer | quintana

Otro año más, y ya van cinco, el Racing jugará la final de la Copa Diputación. En esta ocasión lo hará gracias a la victoria con la que saldó el partido de semifinales del torneo provincial que ayer lo enfrentó al Boimorto. Fue en otra demostración del orden y la solidez que Emilio Larraz propugna como forma de vida futbolística para el Racing que dirige, una escuadra que sigue mostrando que la calidad que tienen muchos de sus jugadores no está reñida con la capacidad de sacrificio.
La niebla cobró su cuota de protagonismo en el partido de manera tan inesperada como intensa y condicionó el juego de los dos contendientes. Así que, en vista de las circunstancias, ninguno de los dos contendientes arriesgó lo más mínimo y el juego directo fue el estilo por el que ambos apostaron. Por eso, las segundas jugadas, los balones sueltos y las acciones a balón parado fueron el único foco de interés de un partido que registró muchas llegadas a las dos áreas, pero muy pocas ocasiones.
De hecho, en esta cuenta solo aparece una doble ocasión del Boimorto al poco de pasar el ecuador de la primera parte –un doble remate tras un centro desde la izquierda que el meta Diego Rivas se encargó de desbaratar– y la que supuso el tanto del Racing. Fue un balón largo de Diego Rivas que, tras descolocar a la defensa con el bote, controló el ortegano Marcos Álvarez para cruzar su disparo al fondo de las mallas y permitir a la escuadra visitante llegar al intermedio por delante en el marcador y el encuentro encarrilado.

Dificultades
La desaparición de la niebla hizo que la segunda parte permitiese ver un juego mucho más fluido. Sin embargo, de entrada el que pareció más favorecido fue el Boimorto, que durante un cuarto de hora se plantó ante la portería racinguista con bastante peligro. Incluso dispuso de un par de ocasiones claras para lograr el empate, pero entonces el portero racinguista Diego Rivas se erigió en el salvador del Racing gracias a sus intervenciones.
Cuando el partido parecía más controlado, la expulsión sufrida por Garrido hizo que las cosas se le volviesen a complicar al cuadro verde. Sin embargo, este mantuvo el tipo, apenas concedió ocasiones y, a pesar de que no acertó en las suyas, certificó su clasificación para la final del torneo. l

El Racing se cuela otra vez en la final

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