Un retrato de Luis Seoane, patrimonio donado al Parlamento en el año 2019

Un retrato de Luis Seoane, patrimonio donado al Parlamento en el año 2019
El edificio de la Xunta de Galicia en Santiago | Lavandeira jr (efe)

Las investigaciones judiciales que salpicaron la política a principios de la década de los años 10 motivaron una revolución en el ámbito político que llevó a la reformulación de las convenciones que hasta entonces regían de facto. Se establecieron códigos éticos para limitar los obsequios que se recibían y se hicieron más transparentes las actividades de las personas que pasan por la política.

Una de las decisiones que se adoptó en Galicia fue la de clarificar qué ocurre con los regalos que reciben políticos y funcionarios públicos. Sucedió en medio de investigaciones por supuestos casos de cohecho y sobornos a autoridades (en Galicia y en el ámbito nacional), como las que abrió la jueza Pilar de Lara en Lugo (ahora apartada de la magistratura por dilaciones en su actividad investigadora) y que, aunque en el caso de la macroinvestigación gallega no llegaron a ser juzgados judicialmente, tuvieron su consecuencia social y política.
Así las cosas, se han ido inventariando los regalos y, el pasado año 2019, según la información recapitulada de la web de Transparencia, el Pazo do Hórreo sumó un retrato de Luis Seoane y dos ejemplares de una edición especial de “Miña Matria Galicia”, de Celso Emilio Ferreiro.

Registro específico 
Concretamente, desde 2017 se elabora un registro específico de las donaciones que recibe el Parlamento de Galicia y la ubicación a donde fueron a parar, así como la entidad o persona que las entrega. También están contabilizados regalos anteriores a esa fecha (entre el año 2009 y 2014), aunque en ninguno de los balances se especifica el valor que tienen, según figura en la web de Transparencia del Parlamento de Galicia.

El cómputo de la Xunta es distinto. Los datos, facilitados por la Administración autonómica,  revelan que desde 2014, con la aprobación del código ético, fueron contabilizados 250 regalos, ninguno notificado por conselleiros del Gobierno ni por Alberto Núñez Feijóo. En cuanto al reparto por años de los regalos, que no vienen detallados en qué consisten, se corresponden con: 50 en el año 2014; 95, en 2015; 37, en 2016; 24, en 2017; 23, en 2018; y 21 en el año 2019. En 230 casos, fueron regalos notificados por miembros del Gobierno o personal al servicio de la Administración Xeral de la Comunidad gallega, mientras que los otros 20 fueron regalos notificados por personal de entidades instrumentales del sector público. Más en concreto, según este informe, de los 250 registros desde que hay contabilizados, 237 notificaciones las hizo personal que tiene condición de alto cargo, ocho se corresponden con funcionarios y cinco con personal eventual. El 71,6% de los regalos provenían de particulares y empresas (179) y el resto, de entidades públicas (71).   

El código ético de la Xunta establece que hasta 90 euros se considera una muestra de cortesía, por lo que en esos casos la Dirección Xeral de Avaliación e Reforma Administrativa determinó que le corresponde al receptor del regalo gestionarlo. En dos de los 162 casos en que no habían alcanzado esa cifra, las personas que lo recibieron decidieron integrarlo en el patrimonio de la Xunta, al entender que era la destinataria.

En el informe de la Administración autonómica se recogen 56 obsequios que fueron valorados en más de 90 euros. En su mayoría fueron integrados en el patrimonio, otros fueron devueltos o donados a organizaciones.

Un retrato de Luis Seoane, patrimonio donado al Parlamento en el año 2019

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