La incertidumbre preside el regreso al trabajo del Rugby Ferrol. El equipo sénior de la entidad departamental ha pasado buena parte del verano ejercitándose para preparar un play-off de ascenso a División de Honor B que, finalmente, y siempre de forma oficiosa, parece que se disputará en torno al 10 de octubre. Esa es la fecha fijada por la Federación Española de Rugby para el arranque de la actividad en las competiciones nacionales.
Así que, tras un breve descanso, los jugadores departamentales han vuelto al trabajo en A Malata. Lo han hecho, eso sí, en unos términos muy parecidos a los de las últimas semanas, es decir, todavía sin contacto físico. Para poder avanzar en este trámite, vital en el desarrollo de su disciplina, el club, tras reunirse con el ente federativo autonómico, está elaborando un protocolo que debe recibir el visto bueno de la Xunta.
Pero ese no es el único contratiempo al que hacer frente pues, si bien la federación nacional aboga por un regreso casi inmediato a la competición, la gallega es más prudente en sus plazos. Ese desfase temporal deja en el aire la tramitación de licencias federativas y, con ello, de seguro médico, "y sin él no podemos entrenar con contacto", advierten desde el club ajedrezado.
Fase de ascenso
Tampoco están claro los términos en los que se disputará esa fase de ascenso prevista a partir del 10 de octubre. El Rugby Ferrol tendrá como adversarios a La Única Rugby Taldea, de Pamplona, y al vencedor de una eliminatoria que todavía tienen que disputar el Palencia y el Llerena Rugby. Pero, a partir de ahí, el formato de ese torneo a tres bandas es desconocido por todos los implicados.
La forma de competición, pero también las bases están en el aire, de ahí que los implicados no sepan, por ejemplo, qué jugadores podrán intervenir: si han de ser los que tuviesen ficha el año pasado, si podrán realizar incorporaciones...
Por el momento, el Rugby Ferrol está entrenando, como lo hizo durante todo el verano, solo con sus nacionales y varios jugadores sub 18. Aunque hay contactos y compromiso para la incorporación de algún jugador foráneo, esta, como buen explica el presidente, Cristóbal Dobarro, no se producirá hasta que se conozca a ciencia cierta la categoría en la que militará el cuadro ferrolano. Ello supondría que, de producirse el ascenso, en una semana tendrían que comenzar la competición.
Un equipo que podría enfrentarse a la paradoja de disputar ese play-off ateniéndose a los protocolos específicos para las competiciones nacionales no profesionales y, de no superarlo, regresar al día siguiente al marco de trabajo todavía poco específico en el que se encuentra el deporte de ámbito autonómico. l