Nobleza deportiva

Para seguir acumulando, el capital necesita ampliar mercados y crear otros nuevos por doquier y el deporte no es ajeno a la mercantilización, especialmente, el fútbol. Se cambian horarios de las competiciones en España para satisfacer a consumidores de otros husos horarios, giras veraniegas transoceánicas para complacencia de patrocinadores y prospección de negocios, hasta llegan a ilusionar a los aficionados con la compra, palabra brutal, de jugadores en el comercio internacional. El ejemplo más palpable es el de Neymar, que dejó colgado al Barça para fichar por el PSG al final de la última pretemporada y, ahora, se crea el clima propicio para que, tarde o temprano, recale en el Real Madrid. Por supuesto, si se produce, pasará de demonio culé a madridista “de toda la vida”. Cosas veredes. 
En medio de este desastre, hay cinco hechos a final de temporada en Primera que dan esperanza. 
Primero, el homenaje en San Mamés a Carles Puyol recibiendo de manos del legendario Iribar el ‘One club man award’, creado por el Athletic para homenajear a jugadores que dedicaron toda su vida deportiva a un mismo club.
También, esta temporada terminó su carrera deportiva en la Real el interior Xabi Prieto que recorrió la entidad donostiarra desde el filial en Segunda B hasta el primer equipo, tanto en Primera como en Segunda. Toda una vida dedicada a su equipo y su tierra. 
Continuamos con Fernando Torres, ya una leyenda viva del Atlético de Madrid. Sus etapas inglesa e italiana no ensombrecen su fidelidad rojiblanca y sufrió con el Atlético en Segunda, para su desgracia, pero para beneficio de los que disfrutamos con el Niño en A Malata contra nuestro Racing de plata.
Y que vamos decir de Iniesta, uno de los mejores jugadores del mundo, de todos los tiempos, ejemplo de compromiso con su equipo, su tierra y el deporte. Aplaudido en todos los campos, admirado por sus rivales, al que no le temblaron las piernas para hacer campeona del mundo a la selección española. Transciende a su club y es el espejo en que debería mirarse todo el fútbol internacional.
Termino con el homenaje de San Mamés al árbitro internacional andaluz Fernández Borbalán, que pidió retirarse en la Catedral, muestra de comunión entre aficionados y actores futbolísticos.
Estos deportistas nos mantienen la esperanza de que es posible otra manera de hacer. Son un modelo a seguir por la juventud y hacen reflexionar a los no tan jóvenes.
Gracias a todos.
 

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