MA

Un latido lejano del bajo, desde el centro de un bosque, en el Mississippi. Una madre con 16 hijos,  bebiendo y viviendo del alcohol ilegal. Ese latido va invitando poco a poco a todos los sonidos que pueda convocar. “Nacida en una cabaña de los bosques frondosos, oscuros”, nunca se pareció a una dama. Refuerza el latido el constante, el pulso de los tambores o de la batería de  Peter Rivera. Toda la música está amparando la historia de “MA”, buscando su redención: “De vez en cuando se deprimía. Iba al armario y cogía la guitarra de papá”. Esta reinterpretación que hace Rare Earth en 1973 de la canción de Temptations, es el discurso largo de los años setenta, es la demostración de que la música a pesar del cambio de décadas siempre contó historias, y éste  es un relato bien contado: “De vez en cuando gritaba: Déja que todo pase, que fluya”. El río devuelve la redención a “MA”, el wah-wah de la guitarra final, desatasca la sangre, la vida, al fluir el Mississippi. Como acariciando el perdón. La guitarra camina por senderos de esperanza.Casi trece minutos para dibujar una ternura.

MA

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