DE GALLINEROS Y MANZANAS

Anda muy agitado el gallinero. Muchos gallos de Morón sin plumas y cacareando. Pero hoy hay que echar frenéticos quiquiriquís para marcar territorio y afirmar quién manda en la zona. Bueno en el palo, porque es una mierda la escena política española. Todos prometiendo paraísos y bicocas. El cielo volcado en la tierra. Disfrute continuo y perseverante de felicidad gracias a las onomatopeyas de pollitos que se creen dotados de mil plumas salvadoras… Unos ponen líneas rojas a posibles pactos futuros. Otros, más intransigentes, bloquean acuerdos con respecto al cabeza de partido con mayor número de votos. ¡Allá ellos y sus desatinos! Sin embargo, semejara más útil y racional ocuparse de sus tareas domésticas sin pretender barrer casa ajena. Pues no vale señalar la mierda de la corrupción cuando todos los partidos, sindicatos y mandatarios están manchados y son objetivo de juzgados y tribunales.
Podemos considerar al presidente en funciones un herético inmovilista, pero los demás han hecho el ridículo. Así el muchachote del puño y la rosa fracasando en la investidura, soportando mil insultos de mareas emergentes, patéticamente disparado a recolectar apoyos que lo empujen a La Moncloa. Los camaleones ciudadanos –Albert Rivera dixit–, adaptándose al ambiente callejero aunque haya que compartir puños comunistoides o cantar La Internacional a capela. Podemos arrasando cuanto encuentra a su paso en pos de una nefasta dictadura bolivariana. ¿Y estos tipos nos van a arreglar la vida? Temo que tras la nueva consulta electoral subsista la mierda en el palo del gallinero.
Nuestro porvenir es muy negro. Debemos correr tras el rayo verde. Quizás en la réplica de un anciano topemos la solución para salir del trance. Nuestra nación es una manzana podrida. No obstante, si recogemos sus pepitas, las sembranos, abonamos y cultivamos, podríamos conseguir árboles grandes y frondosos…

DE GALLINEROS Y MANZANAS

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