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í, ya son doscientas las modestas colaboraciones que quien les escribe ha publicado en este Diario. Y celebro la confianza que tanto el antiguo director como el actual han depositado en mí modesta persona, en la creencia de que mi opinión podía ser de interés para alguien. Expresar lo que piensas no es muchas veces fácil; y tampoco lo es para el medio de comunicación publicar según qué cosas, sobre todo si no coinciden con la línea editorial o van contra lo “políticamente correcto”. Pero la pluralidad y la libertad en periodismo no se negocian. Y parafraseando al “Emérito” diré que me llena de orgullo y satisfacción comprobar como “mi periódico” es un ejemplo de ello. En sus páginas tienen voz todas las tendencias políticas, como así lo acredita su amplio abanico de reputados colaboradores que es fiel reflejo de la diversidad de la sociedad ferrolana.
En sus “orígenes”, la razón de ser de mi columna se circunscribía a la cultura naval y difundir la labor de la Armada. Con el tiempo algunos de mis escritos han tenido como protagonista la más rabiosa actualidad, y es aquí donde he expresado mi particular visión de la situación, intentando ser objetivo al censurar determinadas manifestaciones u hechos, e imponiéndome no caer en el sectarismo, pues ni nadie es tan malo como parece, ni tan bueno como dice ser.
Pero como decía, lo principal de este comentario quincenal es poner en valor lo que está haciendo nuestra querida Armada, y nunca estará de más recordar que por ejemplo, ahora mismo, hay catorce buques de la Armada desplegados por los mares y 1.172 marinos desplegados fuera de sus bases.
Y ya que en esta colaboración nos hemos propuesto volver a los “orígenes”, no debemos olvidar otra labor, callada, anónima, pero que garantiza nuestra seguridad, que es la que realizan sus buceadores cuando desactivan artefactos explosivos que aparecen a lo largo y ancho de nuestro litoral.
Comentar también que hace relativamente poco se produjo el relevo en su cúpula, siendo el almirante general Teodoro López su nuevo Ajema. De su impecable currículum me quedo con el hecho de que “compartimos” barco (la fragata Cataluña), y no puedo por menos que desearle todo el acierto al frente de los destinos de nuestra Marina.
Ojalá que durante su mandato se pueda sacar adelante las F-110 y los submarinos “S-80”. Pero me temo que ambas cosas no dependerán de él, sino de la estabilidad política que con independencia de que nos guste más o menos quien la ostente, es la piedra angular para que este país avance.
 

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