Las respuestas del Dr. Jesús Gómez-Trigo, médico psiquiatra en la Unidad de Desórdenes de la Alimentación del Sergas

Las respuestas del Dr. Jesús Gómez-Trigo, médico psiquiatra en la Unidad de Desórdenes de la Alimentación del Sergas

¿Cómo detectar en un niño adolescente que está empezando a sufrir un trastorno?


Si bien la clínica es bastante llamativa sobre el papel (pérdida de peso, cantidades de comida insuficientes, ejercicio físico desmesurado, distorsión de la imagen corporal, trastorno endocrinológicos como la amenorrea,…), en la consulta nos encontramos con cuadros avanzados, precisamente porque las manifestaciones pueden pasar bajo el radar de los padres. Señales de alarma, serían esa mencionada disminución de las cantidades de ingesta, preocupación por alimentos “light” o tener alimentos prohibidos, preocupación o interés por dietas ya en la adolescencia, alteraciones en la forma de comer (trocear o desmigajar los alimentos, ocultarla en el plato o en la servilleta,…), encerrarse en el baño nada más finalizar las comidas, saltarse alguna con excusas poco consistentes, conversaciones centradas en el físico o verbalizaciones de comparaciones con la apariencia corporal de compañeros de clase. Sin embargo, el principal motivo  de asistencia a consulta sigue siendo la pérdida de peso rápida.

 

 

¿Cuáles son los trastornos más comunes?


La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. Otras patologías encuadradas dentro de los trastornos de la conducta alimentaria son el trastorno por atracón y el reciente trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos.

 

 

¿Cómo saber si tengo un trastorno? Tengo impulsos al comer pero luego puedo estar muchos días comiendo “normal” sin un capricho.


Algo que suele ser característico de un trastorno per se, es la pérdida de control en el propio episodio, en el momento en el que se produce la ingesta de una cantidad muy superior a lo que significaría en comparación con otra persona de los mismos rasgos o tipología. Generalmente, solemos tener claro lo que vamos a comer en un determinado momento; pero si tenemos la sensación de que no tenemos fin o que no podemos controlar el acabar con la ingesta, podría tratarse de una patología. Lo que determina el cruzar la línea de la enfermedad, insisto, es una cantidad excesiva de alimentos, de manera recurrente (por lo menos una vez a la semana) durante un período de tres meses.

 

 

¿Me puedo llegar a recuperar de un TCA 100%?


Hay un porcentaje variable (depende de las fuentes que se consulten), que a su vez difiere según el trastorno. Si bien se tratan de patologías que precisan un seguimiento largo, sí es posible la recuperación. Hablar en términos absolutos (100%) sería temerario; pero sí es factible una “convivencia” con el trastorno que permita a la persona ser totalmente funcional y que despunte de manera moderada ante ciertas situaciones de estrés.

 

 

¿Qué no decirle a alguien que crees que tiene un trastorno?


Sobre todo deberían evitarse comentarios respecto al físico, del estilo “qué delgada estás”, “has cogido unos kilitos”,… A veces son devastadores y ha de recordarse que no todo el mundo tiene la misma capacidad para “protegerse” antes este tipo de señalizaciones. En personas que tienen un trastorno de la conducta alimentaria, existe una sensibilidad incrementada hacia este tipo de observaciones, llegando incluso a tergiversar piropos, como “qué guapa estás”, “qué mona te encuentro”, adoptándolos de una manera completamente diferente (y negativa) a la intención original. Debería evitarse también entrar en disquisiciones sobre contenidos calóricos de los alimentos, dietas e incluso comidas. 

Las respuestas del Dr. Jesús Gómez-Trigo, médico psiquiatra en la Unidad de Desórdenes de la Alimentación del Sergas

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