Somos memoria

ace unos días, la “Comisión pro memorial das víctimas do franquismo en Ferrolterra, Eume e Ortegal”, organizó un acto de homenaje a las más de 900 personas, fusiladas o asesinadas durante la represión instaurada tras el comienzo de la guerra civil.

 

Por este motivo, publiqué la noticia en las redes sociales, anunciando la celebración del acto reseñado, en el Teatro Jofre de Ferrol. Un antiguo compañero de colegio,a través del Wattsapp, me recriminó, con cierto tono displicente:

 

-”A ver cuando dejaréis el tema de la guerra civil y organizáis un acto para las víctimas de los rojos”.

 

Le expresé mi mas absoluta discrepancia y le señalé que “pobres de los pueblos que olvidan sus Historia”. También le recordé que, durante cuarenta años, se rendía, contidianamente, un permanente homenaje a las víctimas ocasionadas por los partidarios de la República, o por los “rojos”, con se les llamaba, con aquellas placas de mármol, en monumentales cruceros, edificios oficiales o iglesias, donde, tras una lista de nombres, se podía leer:  

 

“Gloriosos caídos por Dios y por España, ¡Presentes, Viva Franco, Arriba España!”

 

Hoy deseo que, quien discrepe de mi condiscípulo sea, nada mas y nada menos que un ilustre y reconocido escritor e intelectual portugués. Me refiero a D. José de Saramago. Escribió el laureado autor lusitano:

 

-”El pasado no pasa nunca. Si hay algo que no pasa, es el pasado. El pasado está siempre. Somos memoria, somos papel donde se escribe todo lo que sucede antes de nosotros. Somos la memoria que tenemos.”

 

No puedo estar mas de acuerdo con D. José. Siempre seguiré sus enseñanzas sobre la memoria y las practicaré. Seré uno de los papeles donde se escriba lo que sucedió en nuestro país y en nuestra ciudad, en aquel desgraciado enfrentamiento civil. No debemos olvidarlo nunca, ya que, si no, volveremos a repetir nuestros errores.

 

A algunos partidos políticos o a determinados grupos sociales, pertenecientes al “centro-derecha”, como ellos mismos se autodefinen, aunque lo sean del ala mas extrema, no les disgustaría intentar “borrar”, de alguna manera, a los que ellos consideran “el enemigo interno”. No les gusta la memoria histórica inmediata, y mucho menos si es democrática.

 

Lo dicho: pese a quien pese, seguiré siendo memoria y seguiré escribiendo mis libros y artículos históricos. Si además, tenemos en cuenta que soy director adjunto de la Revista de Historia Bélica “AresEnyalius” y miembro de número del Servicio Histórico y Militar del Ejército del Aire (SHYCEA), organismo oficial del Ministerio de Defensa, creo que ello me da la legitimidad necesaria para hacerlo. Yo escribo de lo que conozco y ello forma parte de mi bagaje profesional, tanto como periodista, como escritor militar, o como demócrata.

 

Por otra parte, creo que también me avala, para esto de ser memora, que he escrito mas de cincuenta libros sobre estos temas, varios de ellos traducidos a seis idiomas. No debo de hacerlo tan mal, o de forma sesgada, pese a algunos. Recuerdo, en una ocasión, hace ya algunos años, que en el “Ateneo Ferrolán” pronunciamos una conferencia los historiadores Eliseo Fernández, Bernardo Máiz y yo mismo, sobre la guerra civil en Ferrol. Fuimos duramente recriminados,y casi insultados, por una parte de los asistentes. Ferrol, en este aspecto, está muy polarizado. Familiares de participantes en la misma y, de soslayo o directamente, en la represión, no quieren ni querrán reconocerlo jamás. Lo hecho, por los suyos, estuvo bien. Quieren que se olvide y que no se recuerde.

 

Pero aprendamos del pasado y que no nos invada la desmemoria, culpable o no, que algunos desean. Al contrario: seamos memoria colectiva. Nos irá mucho mejor…

Somos memoria

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