Sentimiento coruñés

Se acercan unas nuevas elecciones municipales que son una oportunidad para La Coruña, la inercia de crecimiento perdida puede verse reactivada si los aspirantes al sillón de María Pita son capaces de presentar los proyectos que la ciudad necesita, pero, sobre todo, si tienen el talento suficiente para conducir las energías de una ciudad que quiere volver a ser referente nacional e internacional que fue hace ya demasiados años. La fuerza de los coruñeses comprometidos con una idea es invencible, lo hemos demostrado ante las muchas adversidades que la ciudad superó en los últimos 40 años. Lamentablemente se han perdido tres legislaturas, los últimos gobiernos que ocuparon el palacio municipal han estado más preocupados por las “componendas” partidistas que por el desarrollo y el progreso de la gran Coruña. Hemos tenido gobiernos bipartitos y multipartitos y “mareas” que solo han conseguido marearnos a todos sin dejar fruto alguno ni huella de su gestión. La Coruña que queremos se merece un gobierno fuerte y cohesionado, que comparta objetivos comunes y piense más en la ciudad que en su partido, que recupere el sentimiento coruñés que es el que alimenta el alma de esta ciudad. 
 

Escuchaba el otro día a Miguel Lorenzo, candidato popular, hablar de una Coruña que tomara ejemplo de Riazor, en donde miles de coruñeses unen sus fuerzas para apoyar al Dépor sin preguntarle al de al lado su ideología, en las gradas de Riazor nos cogemos del brazo y ¡todos a una! Ese sentimiento transversal y compartido hay que llevarlo a toda la ciudad y tengo que decir, que de lo oído a los distintos candidatos solo uno, Miguel Lorenzo, ha hecho referencia a la recuperación de ese sentimiento que tanto necesitamos. Si el sentimiento es sincero, y yo lo creo, por fin los coruñeses podrán volver a disponer de una papeleta con perfume coruñesista, que no localista, que devuelva la ilusión a una ciudad que ha perdido la alegría y mucha autoestima. Pero lo cierto es que la grandeza de La Coruña no se perderá nunca mientras un coruñés mantenga viva la llama, no puede ser que hayamos recibido una gran ciudad construida por nuestros abuelos y dejemos como herencia a nuestros nietos una ciudad mediocre y triste, sin fuerza y sin creer en sí misma. 
 

La historia nos juzgaría como unos irresponsables e incapaces, como una ciudad tan grande de espíritu la hemos reducido a una ciudad más, sin personalidad, sin ilusión y sin futuro. Espero que el sentimiento coruñés que Miguel Lorenzo ha reivindicado, contagie al resto de candidatos y nos sorprendan  durante esta campaña, mostrándonos sus proyectos para la ciudad, proyectos que ilusionen no a los suyos sino a todos y que La Coruña deje tener alcaldes instalados en el sectarismo y partidistas y volvamos a tener un alcalde de La Coruña en el que nos sintamos representados y protegidos y en el que confiemos para que los intereses de La Coruña estén siempre por encima de otros intereses particulares o partidarios que tanto daño nos han hecho. 
 

El coruñesismo moderno solo es un compromiso cierto e indubitable de amor a la ciudad, capaz de recuperar el faro que fuimos para Galicia y para España: “muy noble y leal cuidad de La Coruña, cabeza, guarda y llave, fuerza y antemural del reino de Galicia” Así es la Coruña que queremos. Le deseo suerte, será la suerte de toda La Coruña.

Sentimiento coruñés

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