Quiebra empresarial

La Unión Europea, culpa a España del alto crecimiento de las quiebras empresariales dentro de la Unión. Al parecer, la declaración de quiebras en España se han disparado un 200%. Según Bruselas, sin contabilizar a nuestro país, el conjunto de la Unión, sería más moderado, este indicador preocupa a los líderes europeos, al verse muy afectado por el contagio español en la quiebra de empresas.


Destacan desde Bruselas, que se lleva más de seis meses consecutivos del prolongado aumento, después de un periodo de niveles que eran más acordes con la situación económica. Desde el primer trimestre del año 2022, crecieron un 40% y en España, este registro de quiebras dio inicio su ascenso en el 2020, con crecimiento de hasta el 80% en algún trimestre, con respecto al anterior.


La comisión hace hincapié, de que los sectores que han recibido ayudas financieras, durante la crisis de la pandemia por parte del ICO (Banco de Inversiones y Comercio) como han sido hostelería y el transporte, de forma principal, muestran un aumento elevado en este campo de quiebras notables.


En España, se acogieron numerosas empresas a los prestamos avalados por el ICO, en aquel periodo de pandemia, no solo, en España y las entidades bancarias concedieron más de cien mil millones de euros, en ayudas a las empresas que precisaban de urgente liquidez. De este modo se evitó en un primer momento el periodo de quiebras en muchas de las empresas.


La debilidad que arrastraban las mismas desde entonces, se veía como insalvable a corto plazo, pero, se estaba intentando solucionar lo peor, en esto, cuando el esfuerzo estaba en marcha, estalla la guerra de Ucrania, por la invasión de Rusia de aquel extenso territorio en 2022 y todo se viene abajo en un principio, pese a ser aprobadas numerosas líneas de crédito.


Las críticas por las condiciones en las que se propiciaban, no tardan en llegar, debido a que mucho de este capital dispuesto se fue a parar a empresas que ya estaban desahuciadas económicamente, teniendo que endurecer las medidas crediticias de las posteriores líneas de crédito y evitar una crisis mayor.


Consideró la Comisión Europea que ante estos antecedentes y viendo que la mejora es mínima, pese a que este año 2023 el PIB español crecerá hasta un 2,3% aunque previene que el crecimiento se puede debilitar en la segunda parte del año en curso, cuya situación de debilidad se mantendrá, al menos, durante el primer semestre del 2024, en que destaca una demanda insuficiente, haciendo limitar la actividad empresarial, destacando el paro que se está dando en el empleo en el segundo trimestre de este año 2023, con deterioro importante en sus expectativas de empleo, lo que todavía convierte a la economía española en un enigma sobre la proporción de quiebras a soportar.


No corren buenos tiempos por estas tierras y la situación económica, unida a la política, no augura que eche a andar hasta bien entrado el año 2024, contando con un entorno estabilizado, tanto en el interior de país, como en el exterior. Sobre todo, según marche la guerra que libran rusos y ucranianos, unos por su ocupación y los segundos por su libertad e independencia. Un conflicto que se está llevando mucha inversión en material de guerra de todo tipo y esto beneficia a los países que cuentan con una importante infraestructura de industria militar, perjudicando al resto de los mercados de las materias primas y demanda de proyectos que procedan del exterior y España, no es una excepción en ambos casos, de modo, que las quiebras pueden seguir su curso, en una nación con una economía muy debilitada.

Quiebra empresarial

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