Cada día se suele la humanidad levantar o acostar con alguna nueva bravata de este individuo, lo cual, puede que su salud no esté en las condiciones regulares de regir un país tan extenso y complicado como es Rusia y sus satélites, la guerra de Ucrania, trae de cabeza a Europa de un modo principal, pero también, al resto del planeta. Ucrania, es uno de los principales países exportadores de materias primas, entre ellas los cereales, aceite de girasol, etc. Muchos millones de seres humanos pueden en el mundo padecer una horrenda hambruna por falta de estas materias primas y de otras esenciales que también se exportaban desde Ucrania, antes de la invasión rusa.
La propaganda rusa, no dice que se esté librando una guerra con sus horrores en Ucrania, sino, solo una campaña de limpieza contra los nazis ucranianos, cuando él, autentico fin, es conquistar el territorio ucraniano por las fuerzas rusas, a cuyo efecto fueron enviadas y a estas alturas están empantanadas en un conflicto que solo se puede resolver por la vía política, si Rusia de aviene a ello, algo difícil, teniendo en cuenta las bravatas que suelta a cada instante.
La humanidad contiene la respiración cada vez que habla y lo hace siempre para soltar sus amenazas disfrazadas al modo soviético, es posible que Putin, esté enfermo no solo de las noticias que se conocen, sino también algo le debe fallar en el cerebro.
Sus más fieles aliados y próximos a él, están sopesando como lograr un alto el fuego y retirar sus fuerzas de Ucrania, manteniendo algunos feudos bajo su control, sería para Rusia un éxito de esta campaña militar, que está siendo una ruina económica, tanto en material como en vidas humanas.
Rusia nunca reconocerá bajo el régimen actual, las cifras de muertos, heridos y prisioneros que Ucrania y las agencias internacionales barajan, que son cuantiosas, en apenas dos meses de campaña, ya han perdido más efectivos que los nueve años de Afganistán. Pese a todos estos reveses, sigue pensando en ganar la guerra, cuando ésta la tiene perdida, solo le queda a Rusia salvar su honor y retirarse de Ucrania, la herida ahora es grande, e incluso puede ser mayor.
Si Putin, pensaba con esta jugada que Occidente, le dejaría hacer a su gusto, se ha equivocado de medio a medio, prueba de ello, es que países siempre ajenos a la intervención militar y fuera de OTAN, como Suecia o Finlandia, se han declinado viendo las apetencias territoriales rusas a incorporase a la Alianza Atlántica, ante el temor de una posible invasión rusa de sus territorios. Los que dirigen la nación rusa, se pasaron de la línea, además el castigo inflingido contra la población civil a minado la credibilidad de Rusia en todos los foros internacionales.
Cuando más tarde Rusia en darse cuenta del fracaso de su operación, mayor desastre acumularán sus tropas en Ucrania, es una guerra que nunca ganarán los rusos, el Ejército ucraniano, está demostrando su capacidad operativa y las bajas rusas crecen con celeridad. Hasta cuando habrá este horror.