Alberto Núñez Feijóo le ha cambiado el paso a Pedro Sánchez. Algunas de las propuestas del líder del Partido Popular han sido directamente copiadas por el Gobierno. Y no solo en materia de impuestos. También en otros asuntos como el problema de los okupas. El PP lleva tiempo proponiendo un cambio en la ley que permita el desalojo rápido de las viviendas ocupadas ilegalmente. Las encuestas reflejan que es un abuso que preocupa a mucha gente aunque hasta ahora el Gobierno miraba hacia otra parte.
Pero alguien en La Moncloa ha debido caer en la cuenta de que solo faltan ocho meses para las elecciones y el PSOE ha cambiado de criterio anunciando un cambio en el proyecto de Ley de la Vivienda que, si supera el trámite parlamentario, permitirá el desalojo rápido de las viviendas ocupadas ilegalmente. Es un cambio que critican sus socios de Podemos, quienes en un ejercicio de cinismo o de ceguera ha llevado a alguno de sus dirigentes -caso la vicepresidenta Yolanda Díaz- a negar que en España exista un problema de ocupación de viviendas.
A medida que se acercan las elecciones el Partido Socialista está tratando de alejarse de lo que el presidente de Castilla La Mancha calificó de “malas compañías” en alusión directa a la alianza con Podemos porque entiende y las encuestas lo corroboran que de cara a los comicios autonómicos y municipales les perjudica que los electores les vayan a juzgar no por su gestión sino por las políticas del Gobierno.
Los barones y alcaldes del PSOE que aspiran a ser reelegidos no lo tienen fácil porque las alianzas gubernamentales se extiende a otros socios como ERC y Bildu que en materia de política fiscal le exigen a Pedro Sánchez mano dura y en relación con los ocupas no están por la labor de reformar la ley. La mini reforma fiscal que lleva al Parlamento la ministra de Hacienda, María Jesús Montero -sube el IRPF a las rentas mayores de 200.000- intenta contentar a sus socios pero al no bajar los impuestos a los productos básicos de la cesta de la compra castiga a las clases medias que son las que más padecen los efectos de la inflación y su impacto en el precio de los alimentos, la energía y los combustibles.
Llevados por la ideología han dejado la bandera de una fiscalidad responsable, dictada por la situación real por la que atraviesa el país en manos de un PP que está proponiendo rebajas fiscales en determinados impuestos o tramos de los tributos. Todos piensan en las elecciones, pero es evidente que algunas de las propuestas del PP han obligado al PSOE a cambiar el paso.