laro que pagan, pero la pregunta es pertinente porque los ferrolanos no reciben el mismo trato y prestaciones que los demás gallegos. No me refiero a la sanidad, educación y atenciones sociales, que son homologables, sino a que la ciudad está siendo maltratada en infraestructuras. Ocurrió con la AP-9 y está ocurriendo con el tren.
Ferrol es una de las ciudades más aisladas de Galicia con trenes -tres al día- que no son competitivos en horarios, frecuencias y en el tiempo eterno de viaje para dar servicio a trabajadores, estudiantes y viajeros que necesitan este medio de transporte para desplazarse a diario por la comarca o con A Coruña. La alternativa de que disponen, el bus, tampoco presta el servicio adecuado, adolece de los mismos defectos: mala programación de horarios y frecuencias, que alguien consiente, y no responden a las necesidades de la gente.
Ahora se puede viajar de A Coruña a Vigo y de Santiago a Ourense en un suspiro, sin tiempo siquiera para una lectura rápida del periódico del día. Mientras, El Ramalillo, la vía férrea inaugurada en 1913 de Betanzos a Ferrol quedó totalmente al margen de los avances ferroviarios del eje atlántico. Son 42,8, kilómetros que están en el mismo estado que cuando fueron construidos e ignorados en los presupuestos 2023.
Los “indignados” -con razón- de la Plataforma Transporte Público Digno Ferrol e Comarca están cansados de denunciar la inutilidad del servicio del tren actual y la desidia de los gobernantes -de todos los gobernantes- que nada hacen por mejorarlo. “Ferrol en el olvido”, comentaba un lector después de ver una información sobre la soledad ferroviaria de la ciudad y comarca, “¿Qué pecado hemos cometido, se preguntaba, para esta penitencia tan larga y dolorosa? Está claro que no acertamos en elegir a los políticos que la ciudad necesita y merece…”. Tomemos nota, advierte a los ferrolanos, y “prestemos atención al programa de las próximas elecciones municipales, no nos conformemos con buenas intenciones”.
Esa es una de las claves del abandono de Ferrol. Alcaldes que no supieron defender a su ciudad y diputados que fueron a pedir el voto y ejercen de cuneros en Santiago y Madrid. Deberían correrlos a gorrazos. Por cierto, ¿cuándo perdió Yolanda Díaz la vinculación “chulísima” con Ferrol?
Rueda y Pontón lamentaban la semana pasada el tiempo perdido con el tren Vigo-Oporto y pedían al Gobierno de Madrid un compromiso con esta infraestructura que en el tramo luso estará concluido en 2030. Está bien. Pero, ¿a qué esperan para exigir para Ferrol un tren rápido que repare el abandono y consiga la cohesión económica, social y turística de un área poblada y de una belleza deslumbrante?