Haciendo ciudad (II)

Como decíamos es innegable el progreso urbanístico y mejora general de las ciudades españolas en las últimas décadas y Ferrol no es una excepción.


No vamos a entrar aquí en comparaciones y porcentajes de mejora y dinero invertido, pues en estos aspectos podríamos quedar algo descolocados a pesar de la constante propaganda de los políticos sobre “las grandes ayudas y trato preferencial”


Tampoco es cuestión de pensar ―ya es tarde― si los cambios han sido idóneos.


Muchos de nosotros dudamos, si la remodelación de la plaza de España y sus viales subterráneos han sido acertados; así como la eliminación del aparcamiento subterráneo de la de Armas y el nuevo firme de tierra de la misma.


O algo mucho más actual como es la próxima desaparición de las buhardillas, balaustradas, figuras y la sustitución de la teja por cubierta de cinc en el Palacio Municipal. Por cierto, sería interesante aprovechar las obras para poner al día el reloj de su cúpula.


También comentábamos que se hicieron y están haciendo esfuerzos para la recuperación de los barrios de A Magdalena y Ferrol Vello, pero en la ejecución de estas mejoras vuelven las dudas sobre el acierto de nuestros políticos.


Insistiremos en que a la peatonalización de las calles hay que sumarle alternativas para paliar la falta de estacionamiento, “el coche no se puede guardar en el bolsillo” y sigue siendo fundamental para algunos cometidos del día a día.


Como bien decían las asociaciones de vecinos, en el interior de dos manzanas del barrio portuario existe suelo, aun siendo privado, que puede ser aprovechable para abordar el problema, teniendo además, un ejemplo como es el recinto habilitado para tal fin en el barrio de Canido.


Volviendo a las obras de rehabilitación, concretamente de edificios, no deja de ser bochornoso que acumulen un retraso considerable debido a las discusiones entre Administraciones por licencias y papeleos, la maldita burocracia.


Es bochornoso que Xunta y Ayuntamiento estén en esa guerra. No entremos los ciudadanos en ese juego. La responsabilidad es de ambas y a estas alturas, si como político dices representar y respaldar al pueblo nos vuelve a surgir la  duda si pones por encima los intereses comunes de toda la ciudad o te decantas, como en muchas otras ocasiones por intereses del partido.


Dar soluciones a estas situaciones, o agilizar el comienzo y desarrollo de obras donde ya se hizo la foto, como en el caso de As Pías, es lo que quiere ver el ciudadano y lo que demuestra el nivel de compromiso del gestor tanto autonómico como municipal con una urbe en crisis desde décadas.

 

Haciendo ciudad (II)

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