Estamos en retroceso

Se están encendiendo las alarmas fuera de nuestras fronteras, por lo que aquí acontece, varios estudios, advierten que España está en retroceso, es decir, va con atraso, dentro de su entono europeo, con gran dificultad para acercarse a sus niveles de vida y desarrollo del que disfrutan nuestros vecinos. Varias agencia de consultoría, han alzado la voz, por la situación en la que se haya España, con un gabinete social-comunista, entre estos figuran; Standard & Poors, Atlanta y Moodys, que han manifestado sus temores sobre la política fiscal, que pueda llevar España. Por su parte Freemarket, fue más lejos todavía, al aseverar que España, está en la certidumbre de ser un país atrasado.


Dando a entender que la economía española está en caída libre, no, solo, a corto y medio plazo, sino, también, a largo. Debido a sus problemas estructurales y coyunturales, con un entorno de inestabilidad institucional, que propicia unas condiciones precarias, para que él país crezca de forma sostenible y equilibrada, señalando que su problema, es la consolidación de un sistema macroeconómico que imposibilita la estabilidad precisa y carece de incentivos en el mercado de trabajo, causa la falta de ahorro, ahuyenta la inversión y no es posible la innovación y el aumento productivo. 


Que hacen ser las fuentes más fiables de un crecimiento económico y del desarrollo del bienestar social. Así se presenta la actual legislatura, con más sombras que luces.


De modo que España, corre el riesgo de ser un país atrasado dentro de su entorno, con grandes dificultades para ponerse a su nivel. El régimen económico se está centrando en un mayor peso del Estado, como queda reflejado en el presupuesto fiscal, junto con una regulación del mercado y la erosión del marco institucional que afecta a la economía y reglas instauradas, en las que opera la actividad económica de nuestro entorno.


En su conjunto se pone en duda la validad de nuestra seguridad jurídica, que en muchos países se interpreta como una quiebra, lo que afecta negativamente al equilibrio de las reglas del juego, es un error mantener el crecimiento del gasto público corriente, en unos niveles del déficit actual, que no se podrán asumir, con una recaudación que está a la baja, como tampoco llevar a cabo la subida por sistema de impuestos y la creación de otros de nuevo cuño.


Para más ideología, los mandatarios españoles hablan de forma retórica en su conjunto sobre la labor empresarial, lo cual no beneficia en nada a que el inversos extranjero opere en España, a estas alturas da la impresión que existe un gobierno débil, para afrontar los desafíos españoles. Por algo nuestro país, es diferente.

Estamos en retroceso

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