Escucho a los camioneros decir que la subida de los carburantes hace que no puedan trabajar, salvo que lo hagan perdiendo dinero, pero no hay ninguna norma o ley que les impida repercutir en el coste del flete el alza del combustible, siempre que este supere el 5%. ¿Donde está entonces el problema? ¿Que son falsos autónomos apresados por contratos leoninos firmados con las empresas que les sub-contratan? ¿Quieren subvenciones públicas para corregir los vicios de las empresas privadas? Si este es el problema, debería solucionarse en otro marco de negociación y con otro talante, pero el caso es que en torno a sus problemas se ha generado un sospechoso efecto-dominó aplaudido y alentado por quienes desean adelantar las elecciones, porque piensan con razón, que las posibilidades electorales del bloque gobernante serán mayores dentro de veinte meses, cuando la economía se haya estabilizado.