No elucubraré sobre por qué nuestros jueces se han dado más prisa en instruir las causas contra el PSOE que las abiertas contra el PP, pero una razón por la que este último está echando el resto para forzar unas elecciones inmediatas es el endemoniado calendario judicial que le espera a partir del verano. No les falta razón a los que critican el uso y abuso del “y tú más” por ser un recurso dialéctico barato y evasivo, pero en su fondo encontramos alguna que otra verdad, porque la corrupción admite graduaciones en la gravedad de la responsabilidad política. Es de sentido común diferenciar las tramas de corruptos que actúan por su propia cuenta, de la financiación ilegal de los partidos. En ambos casos los delincuentes actúan en contubernio con empresas a las que los tribunales no pueden juzgar, porque la actual legislación descarga convenientemente la culpa en los directivos cazados.