Galicia considera negativo el acuerdo de posibilidades de pesca para 2023

Galicia considera negativo el acuerdo de posibilidades de pesca para 2023

La conselleira do Mar de la Xunta, Rosa Quintana, considera que el resultado del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea en el que se fijaron los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para 2023 en aguas comunitarias "es negativo" para Galicia y España, al entender que apenas supone avances en relación con la propuesta inicial presentada por la Comisión Europea.
 
Quintana, que siguió desde Bruselas los debates pese a no formar parte de la delegación negociadora española -compuesta por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Gobierno cántabro en representación de las comunidades españolas-, lamentó que en esta cumbre "no se alcanzase ninguno de los objetivos marcados para atender las necesidades de la flota gallega y española", según recoge un comunicado de la Xunta.
 
Además, lamentó que, tras tantas horas de negociación -fue uno de los Consejos de Ministros de Pesca más largos de los últimos años-, "los avances fuesen escasos y España volviese prácticamente como fue a Bruselas, con la mayoría de propuestas iniciales que hacía la Comisión Europea intactas y basadas exclusivamente en los informes científicos, sin tener en cuenta los aspectos sociales y económicos".
 
La representante del Gobierno gallego destacó que en las especies de gran impacto que partían con una propuesta muy negativa de cero capturas, "no se avanzó en gran medida". "En el caso del jurel del Cantábrico y de Gran Sol, frente a esa propuesta de cierre de la pesquera, se estableció un TAC de 15.000 toneladas (3.000 para España), lo que supone un recorte del 80 % en relación con 2022", sostiene.
 
Además, esa cota queda, a su entender, "condicionada" a la pesca accesoria, "lo que puede impedir su captura por la flota de cerco, y sin flexibilidades interanuales en las posibilidades de captura ni aumentos en los intercambios entre las zonas norte y sur".
 
En el caso de la anguila, que en la actualidad contaba con una veda de tres meses, ahora se establecen dos vedas trimestrales, una obligatoria entre noviembre de 2023 y enero de 2024, y otra a elegir entre los meses de marzo y septiembre de 2024. En el caso de la angula, también contará con dos vedas trimestrales para velar por el estado del recurso.
 
El balance global de los TAC y cuotas para 2023 supone un aumento de las posibilidades de pesca del 25 %, pero basado fundamentalmente en la propuesta inicial realizada por los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) y que fue asumida por la Comisión Europea, se indica desde la Consellería do Mar.
 
Añaden que destaca el incremento de la merluza en aguas ibéricas -que duplica la cuota de 2022- una vez corregido el error que tenían los científicos en el modelo matemático de evaluación de su estado y que supuso en los últimos años recortes en las posibilidades de pesca de esta especie.
 
Entre los incrementos también figuran la mejora del 12 % en el rape y del 33 % en el gallo de aguas ibéricas así como el repunte del 15 % en el jurel de la zona sur, entre Fisterra y el golfo de Cádiz. A mayores, el acuerdo permitió mantener las cuotas de captura del lenguado y del abadejo en aguas del Cantábrico, para los que inicialmente se proponía un recorte del 10 %.
 
La titular de Mar lamentó que no se produjesen mayores avances y que las negociaciones de la delegación española con la Comisión Europea "no diesen un mejor resultado para la flota gallega y la española". En este sentido, subrayó tanto "la escasa empatía como la intransigencia mostrada por el Ejecutivo comunitario" y "la nula consideración de los esfuerzos realizados por el sector en los últimos años para mantener en buen estado las pesqueras".
 
En la misma línea, Rosa Quintana destacó que el resultado de este Consejo de Ministros de Pesca de la UE puede suponer ciertas complicaciones para el desarrollo de la actividad por parte de la flota de cerco -fruto del ajuste en el jurel del norte-, "unas dificultades que se añaden a las que ya está sufriendo la flota de palangre de fondo como consecuencia del veto fijado por Bruselas en 87 áreas de aguas comunitarias".
 
Las negociaciones desarrolladas entre el pasado domingo y esta madrugada también sirvieron para establecer que en los caladeros de aguas compartidas con el Reino Unido se fijan cuotas provisionales proporcionales al TAC de este año, a la espera de que se alcance un acuerdo entre la Comisión Europea y el Gobierno británico. Esta medida pretende dar estabilidad a la actividad del sector mientras no hay unas cuotas definitivas.
 
La conselleira lamentó que, "una vez más, la Comisión Europea dio prioridad a los aspectos medioambientales frente a los sociales y los económicos", y apeló a la necesidad de que haya un equilibrio en esos tres aspectos para garantizar tanto el buen estado de los recursos como el mantenimiento de la actividad de la flota.
 
Rosa Quintana incidió en que Galicia seguirá trabajando de la mano del sector con el objetivo de que pueda desarrollar su labor con normalidad y seguir demostrando a las autoridades europeas que realiza una pesca responsable, "lo que permitió -sostiene- que la mayoría de los caladeros en los que faena se encuentren en el rendimiento máximo sustentable (RMS), el nivel óptimo de capturas que se puede extraer de una población sin perjudicar el estado del recurso".

Galicia considera negativo el acuerdo de posibilidades de pesca para 2023

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