El experto en el sector ferroviario Ignacio de Ribera ha declarado este miércoles en el juicio del Alvia que un exceso de velocidad como el que se produjo en la curva de Angrois "no estaba identificado como amenaza" y que normalmente los excesos de velocidad, como riesgos, "se analizan y son insignificantes", según el criterio de la norma europea.
De Ribera ha sido llamado a declarar debido a que es coautor del libro del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) "Análisis de las amenazas del sistema ferroviario. Aplicación de los métodos comunes de seguridad", que aporta Adif como prueba documental.
Además, es el vocal y el actual vicepresidente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), aunque ha puntualizado que no comparece en el juicio en calidad de miembro de este organismo.
"No todas las amenazas acaban siendo peligros reales. Los excesos de velocidad se tratan y al analizarlos se observa que no son amenazas significativas", ha expresado De Ribera durante su testimonio.
No obstante, ha añadido que "un exceso de velocidad como el que ocurrió" no estaba contemplado por la estadística": "Parecerá raro, gustará o no, pero es un hecho", ha llegado a decir el testigo, ante las preguntas del Ministerio Fiscal.
Ante las preguntas del Abogado del Estado, que representa a Adif, ha confirmado que es ingeniero industrial de profesión y que la mayoría de su trayectoria ha estado vinculada a Renfe, empresa en la que ha trabajado durante más de 40 años, concretamente entre 2011 y 2014 en la Dirección General de Ferrocarriles.
Respecto a la aplicación de métodos comunes de seguridad, ha señalado que en el momento del accidente todavía no estaba "asentada" y que en su libro, que ha declarado que fue diseñado como guía "de ayuda" para aplicar el Método Común de Seguridad de la UE, ha asegurado que no se tuvieron en cuenta como amenazas los accidentes producidos en vías estrechas, como los que tuvieron lugar en FEVE o en metros urbanos.
Según ha dicho, esto fue así porque solo se consideraron "los producidos en la red de interés general", ya que es la que está regulada por la "normativa europea de interoperabilidad".
Además, ha señalado que no recogieron amenazas significativas relacionadas "con el exceso de velocidad".
"Lo primero que hay que hacer respecto a las amenazas es identificarlas, había que fijarse en "lo que aprieta el zapato", ha dicho el testigo, refiriéndose así a "choques o descarrilamientos", y no al "exceso de velocidad en curva", algo que "no se tenía en la cabeza".
Tal y como ha expresado, durante los 25 años anteriores al accidente, a partir de 1988 -año en el que se inició un nuevo reglamento- no se encontró "nada" en la investigación realizada referente a esto.
"No existe, si hubiera habido un accidente con cierta significación, habría aparecido en la prensa", ha declarado De Ribera, que ha dicho que "el hecho de existir una curva no supone conceptualmente un riesgo mayor que una recta".
Durante su declaración, ha afirmado además que el sistema Asfa supone un avance "muy notable", que a finales de los 90 empieza a funcionar con altas velocidades y que no se tienen conocimientos de "problemas", a pesar de que "no mitiga todas las amenazas".
El testigo ha señalado que las amenazas se mitigan a base de "reglamentos, formación, conocimiento, habilitaciones..." y se consideraba que el ASFA era un sistema "suficientemente seguro para operar".
En último lugar ha intervenido el abogado del maquinista acusado, que ha preguntado sobre la responsabilidad del maquinista cuando no hay instalado ERTMS.
"Cuando no hay ERTMS, no es que no preocupe la velocidad, es que la tenemos mitigada o controlada porque el maquinista es conocedor del tren que lleva, de las limitaciones que hay en la línea, la velocidad por tramo...", ha dicho De Ribera.
En este punto, se ha producido un pequeño 'rifirrafe' entre el abogado de Garzón Amo y la jueza María Elena Fernández Currás, que le ha instado a "aligerar" en sus preguntas e "ir al grano".
"O avanza en el interrogatorio por mucho que no le guste la pregunta o ya directamente acaba el interrogatorio", ha espetado la jueza, a lo que el letrado ha contestado que lo único que piden es que se les permita "preguntar lo mismo que al Ministerio" Fiscal.
"¿Qué clase de diferencia estoy utilizando en el permiso de interrogatorio de las partes a los demás respecto a usted?", se ha preguntado Fernández Currás.
"Usted puede protestar a las instancias superiores todo lo que considere, pero no debata conmigo", ha añadido la jueza, que ha afirmado que "ya está bien de quejas" y ha afeado a los abogados de la defensa del maquinista "que se coloquen de víctimas", cuando les da el "privilegio" de formular las preguntas en el último lugar.