Los rincones que hizo eternos Andrés Freire están en la sala Bello Piñeiro de Ferrol

El Torrente Ballester acoge las obras del artista y militar ferrolano, que siempre dibujaba lugares al aire libre
Los rincones que hizo eternos Andrés Freire están en la sala Bello Piñeiro de Ferrol
Un instante en el acto de inauguración del pasado viernes | CEDIDA

La sensibilidad de Andrés Freire para capturar instantes y emociones se plasma en la obra que alberga desde el pasado viernes la sala Bello Piñeiro del centro cultural Torrente Ballester. Con otras palabras expresó la particularidad de este artista su hija Gracia, que se encargó de presentar la muestra en su inauguración, a la que también asistió su viuda Tutú García Cidón con sus hijos, nietos y otros familiares, así como distintos cargos militares y José Antonio Ponte Far, concejal de Cultura.


Andrés Freire nació en la base naval de A Graña en 1927, donde su padre estaba destinado entonces. Pasó su infancia en Ferrol, muchos años residiendo en la calle María, y con 27 años estuvo destinado en la batería de costa de Prior. En 1981 volvió a la ciudad como coronel de Regimiento de Artillería y fue el último capitán general de Levante, hasta terminar su carrera militar en Valencia, en 1991.


Como artista, se formó de manera autodidacta e interpretaba su pasión como “fruto del deseo de hacer míos de una vez y para siempre aquellas calles, plazas y rincones monumentales en los que fui feliz y donde nació y viví el amor de mi vida”. El protagonista siempre dibujaba al aire libre, retratos de lo natural y arquitectónico, desde la playa de O Vilar, en Covas, hasta Caldas de Reis, el municipio donde nació su mujer, cuyos espacios no se cansaba de ilustrar.


También dejó representados numerosos lugares de la geografía española en los que fue viviendo, así como otros en países extranjeros que visitó. Sin embargo, la singularidad de su obra no reside en los escenarios ya que, tal y como señaló Gracia Freire, con esta exposición quisieron mostrar “la sensibilidad de un hombre que atrapaba la luz, el vuelo de las gaviotas, el mar en temporal, el reflejo de la lluvia, la majestuosidad de los edificios...”.


El que fue presidente del Consello da Cultura Galega y director emérito del Museo de Pontevedra, Xosé Filgueira Valverde, escribió en 1993 sobre la exposición Compostela Monumental, que se puede rememorar con detalle junto a otras colecciones en la página web afreireart.com, algo también aplicable a esta: “aquí tenéis la obra de un artista que hace vibrar, sonreír, conversar esas viejas piedras que esperan siempre la mano que les de nueva vida”. 

Los rincones que hizo eternos Andrés Freire están en la sala Bello Piñeiro de Ferrol

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