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martes | 14 mayo | 2024
Los puntos calientes del tráfico de estupefacientes en la comarca van y vienen, según las circunstancias, pero existen algunos enclaves que con más o menos actividad llevan años siendo el centro de atención de las fuerzas del orden y, al mismo tiempo, un quebradero de cabeza para sus vecinos.
Entre la carretera de San Pedro y el Camiño do Petouto se encuentran dos asentamientos chabolistas ocupados por familias gitanas que atraen diariamente a decenas de consumidores. Los vecinos de los alrededores, que llevan años padeciendo esta difícil convivencia, apuntan a que el trasiego de gente se han incrementado en el último año. Una situación que ya han trasladado tanto a las fuerzas policiales como a las autoridades políticas.
En una reciente reunión con los responsables de ambas instituciones, han demandado una mayor presencia policial en la zona, en la que, tal y como apuntan desde la asociación vecinal, “se generan conflictos a diario” con los residentes en las viviendas aledañas. “Insultos, comportamientos incívicos como orinar o hacer otras necesidades cerca de las casas o, directamente, pedir dinero de forma poco amable”, señalan desde la asociación de vecinos.
Además, recuerdan, en el camino hacia estos dos despachos de droga está el colegio de educación infantil y primaria San Xoán de Filgueira. No lejos de allí, aunque algo más aislado de la presencia vecinal, se encuentra el campamento de Los Chaquetas uno de los más activos de Galicia.
Registro
La asociación vecinal también ha denunciado que algunos clanes de etnia gitana dedicados a la venta de droga se han hecho con algunos terrenos y viviendas del barrio y han comenzado a generar los primeros conflictos. Hace dos semanas, la Policía Nacional protagonizó un intenso registro –paralelamente a otros en diferentes puntos de venta de droga– en una casa del Camiño do Toxo, en pleno barrio de San Juan. Los investigadores sospechaban que en la casa, recientemente adquirida por miembros de estos clanes, podrían ocultar sustancias estupefacientes o drogas, aunque la redada se saldó sin apenas incautaciones ni detenciones.
Los vecinos de San Juan también han pedido a la Policía Local una mayor presencia en el antiguo local de Maderas Fernández, abandonado, pero con abundante material en su interior. Esto ha generado numerosas irrupciones en el interior para robar madera o chatarra.
Las autoridades, de hecho, ya han pedido al administrador concursal de la empresa que lleve a cabo alguna medida para tapiar el acceso al local, ya que genera un ambiente insoportable entre los vecinos, que “viven con miedo a ser agredidos o asaltados”, dicen desde la entidad vecinal.
