La reparación de una de las dos pistas de skate localizadas en A Malata ha mejorado el estado de unas instalaciones demandadas por quienes practican este deporte, pero la obra se ha limitado a un “parche” que no recoge todavía la idea que se había anunciado hace un par de años cuando se apostó por la contratación de un proyecto más amplio a la firma Geourban Ingeniería Ambiental y Urbanismo SL por un importe de 15.000 euros.
Este dibujaría tanto las necesidades del colectivo de skateboarding como la actuación que podría llevarse a cabo para la transformación de la parcela municipal en todo un referente en la zona para los aficionados al skate.
El proyecto está listo y, como ha podido saber este diario, se trata de una actuación muy completa que no solo abarca pistas o mecanismos para el deporte sino que mejora todo el entorno como zona de ocio y esparcimiento.
Así, se dotaría también de iluminación, mobiliario urbano, plantaciones y los servicios correspondientes.
El trazado de la pista de skatepark busca la integración de los usuarios según la edad, modalidad y experiencia en la práctica deportiva e incluye elementos innovadores para poder ir superando etapas y evolucionando en la actividad.
El espacio se enmarca perfectamente en el entorno en el que se hallaría, en la propia ciudad deportiva de A Malata, junto al paseo marítimo y el recinto de Punta Arnela. Se parte, en el proyecto, de la actual pista de skate, que, en mejor o peor estado, cuenta con una zona de street –con cajones, barandillas, minirampas modulares, etc–, aunque se plantea una actuación de mucha más envergadura, que abarcaría los 6.789 metros cuadrados aproximadamente.
Habría, de este modo, un espacio deportivo conformado por el actual skatepark, rehabilitándolo y ampliándolo con una nueva zona de street, una zona de bowl –pool– y una de rampa. Sería un punto de encuentro para practicantes de deportes urbanos y tendrían cabida expecialidades como el skate, bmx, scooter o roller.
Así las cosas, la zona deportiva abarcaría 1.630 metros cuadrados, con tres sectores diferenciados. Una zona sería la street que parte de la actual y sería completamente rehabilitada (mejora del pavimento y zonas deterioradas, pintado en los colores del nuevo diseño e incorporación de espacios de nuevos módulos como un plano inclinado corner y una manualera.
Otro apartado sería el de bowl, que imita una piscina, (con dos alturas de profundidad separadas de la zona existente por un cajón). Incluye también una rampa (con elementos como un vulcano central, un dubie y un quarter en forma de hip), todas conectadas como un único circuito. Además se incluirá una zona street nueva con distintas alturas y elementos, con un kicker, una pirámide encajada en la ola redonda que comunica los distintos niveles. Dos hubbas en distintas alturas e inclinaciones y una barandilla cerrada lateralmente con inclinaciones distintas completan el espacio. Habrá, además, zona de gradas, entre el bowl y el street, integradas bajo un árbol existente de gran porte, de forma que se genere una sombra natural.
Pavimentos de árido granítico y vegetación, con nuevas especies arbóreas, darán forma a un diseño más naturalizado e integrado. De hecho, los muros se ocultarán con aporte de tierras y vegetación natural. Bancos, fuentes y papeleras completarían este espacio deportivo y de ocio.
El skatepark de A Malata se levantó en 2010, con una superficie de 550 metros cuadrados y elementos diversos –se incluyó la conocida como uve que estaba en el parque de Caranza– para poder incluso practicar el skate en niveles avanzados. Pese al interés de la instalación, ha ido perdiendo usuarios dado el mal estado en el que se encuentra tanto los elementos como el entorno.