La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao cerró el pasado 2021 con un resultado global de tráficos un 0,7% por detrás de 2020; una ligera caída que, no obstante, no logra empañar una evolución positiva desde una perspectiva global. Y es que, como apuntó el organismo dirigido por Francisco Barea, la notable caída registrada a inicios de año, que a finales del primer semestre acumulaba un 4,5%, se vio prácticamente compensada por un incremento en los tráficos del 3,1% en la segunda; un resultado notable dada la coyuntura económica y sanitaria que se vive en la actualidad.
En este sentido, hay que tener en cuenta tres factores que han ayudado a dicha recuperación. Por una parte, la fuerte apuesta de la Autoridad Portuaria por el tráfico de contenedores como forma de diversificar sus operaciones continúa dando sus frutos, situándose ya, cuatro años desde su incorporación al catálogo de servicios del organismo, entre las diez mercancías con mayor presencia en el puerto –de hecho se pasó en este tiempo de una a tres líneas regulares–. Por otro, de forma ya más coyuntural, al buen comportamiento del mercado del GNL, con un aumento de las importaciones, y de las recientes descargas de carbón para la reactivación temporal de la central de As Pontes.
De este modo, la Autoridad Portuaria destacó, por medio de un comunicado, que a lo largo del pasado año se descargaron en las dársenas de la ciudad naval un total de 9.963.375 toneladas de materias primas, materiales y productos. En cuanto a las diferentes áreas de operación, los graneles sólidos, otrora la principal área de actividad del puerto, continuaron descendiendo, pese a mantenerse en primera posición –en este ámbito, el organismo destaca la situación del carbón, que en 2021 creció un 6% frente al pasado 2020, cuando ya acumulaba una caída del 21,3% respecto a 2019 por el cierre de la central de Endesa en As Pontes–.
En el polo opuesto del espectro se encontrarían los graneles líquidos, que alcanzaron los 3,1 millones de toneladas, superando en un 8% el resultado del año anterior; y la mercancía general, que a su vez aumentaron sus cargas y descargas un 10% frente a las cifras del pasado 2020. En este apartado se situaría, además, el mencionado tráfico de contenedores que, como apunta la Autoridad, este año registró “un nuevo récord”. Así, a nivel de unidades el balance destaca un incremento del 35% –pasándose de 12.473 a 16.842 contenedores–, mientras que el volumen de descarga fue de 161.334 toneladas.
Por otro lado, el organismo que preside Francisco Barea señaló que, en el balance global del año, lideró las descargas la bauxita –uno de los principales componentes para la fabricación de aluminio en San Cibrao–, con un total de 4.144.643 toneladas; seguida del Gas Natural Licuado (GNL), con 1.779.607. El “ránking” de mercancías del año, apunta la Autoridad Portuaria, se completaría con la alúmina (1.204.875); el fueloil (779.007); la sossa cáustica (312.240); la chatarra (226.357); la madera (198.997); el carbón (173.690); los contenedores (161.334); y el acero (159.751).
Por último, el presidente de la Autoridad Portuaria, en su balance de final de ejercicio, destacó que, pese a la buena evolución de los resultados del segundo semestre del año, todavía se está en un contexto de “incertidumbre marcado por la pandemia y las nuevas variantes de la Covid-19”. Esta tesitura, sumada a las consecuencias del proceso de transición ecológica y a los altos precios energéticos, ha provocado una “ralentización de la recuperación económica”.
En este sentido, Francisco Barea ha recordado que el objetivo del organismo es “seguir sumando nuevas líneas de negocio” para aportar una clara ventaja competitiva a las “magnificas” infraestructuras portuarias de la ciudad naval. De esta forma, asevera, se busca generar “nuevas oportunidades a las empresas de las comarcas de Ferrolterra y A Mariña” que permitan impulsar el desarrollo económico del área.