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viernes | 26 abril | 2024
El pleno del Concello de Ferrol aprobó ayer la addenda al convenio de colaboración con Augas de Galicia para la encomienda de gestión de la explotación, el mantenimiento y la conservación del sistema de saneamiento y depuración. Se mantedrá hasta final de año, mientras continúan las negociaciones con el ente autonómico y con el Concello de Narón para redefinir las funciones. “Fai falta máis tempo, pero está moi adiantado”, apuntó la concejala de Servizos, Ana Lamas.
Esta cuestión, en contra de lo habitual, se solventó rápidamente, puesto que las posturas respecto al saneamiento están fijadas. Más conflictiva fue la aprobación de las subvenciones nominativas, que salió con los votos del PP y del PSOE.
Todos los grupos de la oposición reprocharon este punto, en el caso del BNG por el hecho de que las subvenciones se solventen mayoritariamente por este método y no en concurrencia competitiva. FeC subrayó la falta de consensos y el hecho de que la documentación llegue a pleno con un informe de control de crédito desfavorable. “A dinámica que se está a seguir dificulta moito futuros acordos”, comentó Jorge Suárez. Para el PP resulta problemático que se tengan que aprobar en plenos extraordinarios por el hecho de no tener presupuesto para 2022. “Lo que están haciendo es muy grave, a lo extraordinario le quieren dar aspecto de ordinario. Año tras año estamos al límite del abismo y esto puede llegar a causar un daño irreparable en nuestra ciudad”, apuntó el concejal Javier Díaz.
La llegada al pleno estuvo saludada por los trabajadores de parques y jardines, que han intensificado sus protestas para exigir que se saque a concurso el pliego de contratación. Sus pitos y bocinas se oían en el salón plenario y llegaban a través de la retransmisión en “streaming”.
Concejales de la oposición pidieron al gobierno, al enterarse de que estaban siendo identificados por la Policía, que no se los sancionase.
La moción del BNG para rechazar el parque eólico marino Nordés en las costas ferrolanas elevó también la tensión en el pleno. La compatibilización de las energías renovables con la conservación medioambiental aflora contradicciones.
El PP dice que el BNG “da un no anticipado a la eólica marina”; FeC pide más información respecto a cómo va a afectar a la pesca y a zonas de especial protección; el PSOE y el PP niegan que se vaya a construir sin antes haber desarrollado una normativa; el BNG acusa al gobierno local de “defender os intereses das grandes empresas e expoliar os nosos recursos”. La insistencia en este punto acabó haciendo intervenir al alcalde, Ángel Mato, que acusó al BNG de “bipolaridad” por “dicir nun sitio unha cousa e noutro sitio outra” (en referencia a la deslocalización de Gamesa).
