El proyecto de corbeta europea, un navío polivalente impulsado por varias Armadas y naciones del continente para “asegurar la soberanía” del área en el mercado de los buques de guerra “de segundo rango”, dio ayer un nuevo paso de cara a su realización. Así, el consorcio formado por Naviris –empresa conjunta formada al 50% por Naval Group y Fincantieri– y Navantia firmó ayer, en el marco de la feria Euronaval de París, un acuerdo preliminar para el desarrollo de este programa.
Bajo el nombre de Modular and Multirole Patrol Corvette (MMPC), la propuesta de la alianza fue seleccionada por la Comisión Europea el pasado mes de julio en la convocatoria del Fondo de Defensa Europeo (EDF). De esta forma, el acuerdo rubricado ayer busca el desarrollo del diseño de un navío “inteligente, innovador, sostenible, interoperable y flexible”, capaz de “cumplir una amplia gama de misiones futuras en un contexto global en continua evolución”.
Asimismo, desde el consorcio se señaló que los principales objetivos de este programa son el fortalecimiento de la industria naval europea, el fomento de la cooperación entre compañías y la eficiencia, reduciendo “la duplicación en el gasto de defensa”.
Por último, Navantia detalló que en este proyecto participan cuatro países “en el marco del proyecto Cooperación Estructurada Permanente (Pesco)” –Italia, Francia, España y Grecia–, a los que se sumarán Dinamarca y Noruega en términos de financiación; tres grandes empresas navales; y otras cuarenta compañías de sistemas y equipos marítimos de doce naciones.