Natalia Ares: “En el barrio somos como una familia grande, todos nos conocemos”

Natalia Ares: “En el barrio somos como una familia grande, todos nos conocemos”
Natalia Ares, en dependencias de la AVV del barrio aprovechando para hacer unas gestiones | e. cortizas

Natalia Ares lleva más de una década presidiendo la AVV de Ultramar, trabajo que ya ejerció en su día su padre y al que ahora ella dedica gran parte de su día a día, sacando horas de donde a veces no las hay, pues debe tener tiempo para la entidad vecinal y también para su trabajo, que ejerce como pluriempleada de varias empresas, lo que le deja muy pocos ratos libres.


La presidenta de la entidad vecinal es una gran amante de su barrio y del vecindario y asegura que en Ultramar son todos como “una familia grande, todos nos conocemos”, ya que tiene las ventajas de un gran barrio con el acceso a servicios y uno pequeño, con ese trato cercano entre residentes.

 

 

¿Cuáles son las principales reivindicaciones vecinales del barrio?

Bien, pues desgraciadamente podría decirte que las mismas de siempre. Si nos remontamos veinte años atrás y analizamos lo que entonces pedíamos a los políticos no difiere mucho de lo que necesitamos a día de hoy. Cualquier programa electoral de las últimas décadas vale para las próximas elecciones.

 

 

¿Habrá algo más especial que demandar, no?

Claro. Ahora mismo lo más importante para nosotros, nuestra principal reivindicación desde hace muchísimos años es poder contar con un local sociocomunitario, un centro cívico o como quiera llamarse a un espacio para la Asociación y los vecinos. Lamentablemente este gobierno presentó un proyecto hace poco que no se consensuó con los vecinos y logramos que se parara pues afectaba a algunos residentes y se pretendía  ubicar en una zona verde muy valiosa para los vecinos que se perdería en caso de salir adelante la idea del gobierno municipal.

 

 

¿Y ahora en qué fase estamos?

Bueno, ese proyecto se logró frenar en el pleno municipal y ahora se prevé que se retome el inicial, que pasaba por ocupar uno de los numerosos locales que proponemos desde la Asociación de Vecinos. No obstante, no tenemos ninguna seguridad ya que en noviembre de 2019 también se aprobó una moción de forma unánime en el pleno la opción de comprar un bajo y también aquello se quedó en nada, ya que este gobierno paralizó esa opción y se decantó por la vía de construir en un espacio verde entre las calles Bertón, Brasil, México y Bolivia. Así que hemos aprendido que lo se aprueba en pleno no vale para  nada, no es vinculante. Si bien es cierto que con el anterior gobierno, de Ferrol en Común, fue cuando más cerca estuvimos de hacernos con ese deseado bajo ya que se abrió un expediente de compra y llegó a venir el alcalde, Jorge Suárez a verlo, pero cambió el gobierno y con ello hemos vuelto a iniciar este eterno proceso.

 

 

¿Lleva más de una década como presidenta, cómo lo lleva?

Bueno es un trabajo duro en el que llevo desde octubre de 2010, muchos años, demasiados. Los miembros de la directiva actual seguimos porque  no es fácil que la gente venga, ojalá se implicaran más vecinos, ya que nosotros estaríamos encantados de ayudarles en todo, pero por ahora ahí seguimos, deseando recibir ese relevo.

 

 

¿En qué consiste su trabajo?

Pues aquí hacemos muchas horas, es como una empresa, pero sin sus beneficios. Dedicas mucho tiempo, gestionas y organizas actividades, ofreces ayuda y asesoramiento, atiendes la oficina de mañana y tarde, in situ y por teléfono, y hasta haces nóminas a final de mes, mucho trabajo sin cobrar nada, salvo la recompensa de ese orgullo que sientes cuando ves el trabajo hecho o has ayudado a alguien. Al final somos como un Ayuntamiento de barrio.

Natalia Ares: “En el barrio somos como una familia grande, todos nos conocemos”

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