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miércoles | 24 abril | 2024
“Esto está a tope” o “casi no se puede ni andar” fueron algunos de los comentarios más repetidos por los visitantes de la tradicional festividad eumesa de As Peras, que ayer, con la celebración de la clásica cucaña, logró abarrotar las calles de la villa. De hecho, el volumen de gente de otros municipios que se desplazaron hasta Pontedeume para disfrutar de las fiestas llegó a tal punto que en torno al mediodía resultaba casi imposible encontrar un aparcamiento en las inmediaciones de la localidad.
Así, los festejos dieron comienzo, como en jornadas anteriores, con alboradas y bombas de palenque a primera hora de la mañana para marcar el inicio de las celebraciones. Tras esto, a las 10.00 horas, los tradicionales mómaros salieron de la plaza del Concello para recorrer unas calles por las que apenas cabía un alfiler. Poco después, a las 11.30 horas, la iglesia de As Virtudes acogió la misa en honor a la patrona del templo, a la que siguió la ya tradicional procesión acompañada por los compases de la banda de música Charamela.
Sin embargo, el punto álgido de la jornada se alcanzó con la cucaña marítima, que logró abarrotar cada pequeño espacio disponible a lo largo del puente. A pesar de que muchos intentaron hacerse con uno de los tres premios –incluidos dos heroicos Power Rangers–, la mayoría de ellos únicamente lograron llevarse un remojón. Así, los intentos ganadores tuvieron lugar a las 13.19, 13.46 y 14.07 horas, despejándose todo el área pocos minutos después. Tras recuperar fuerzas con un buen almuerzo y su correspondiente sobremesa, los festejos se retomaron a las 18.30 horas con la entrega del tercer premio fotográfico Mateo González en el Palacio Municipal a la ganadora, Ángeles Vázquez, , seguido del II Festival de Bandas, que contó con la participación de las agrupaciones Oza de los Ríos, Ortigueira y Charamela.
Finalmente, tras el partido de fútbol de primera regional entre el Eume Deportivo y el Narón, la jornada festiva fue cerrada hasta esta mañana con la representación de “O veredicto” por parte de la compañía de teatro Arjé y una verbena con actuación de la orquesta Foliada.
