Los varamientos en las playas ferrolanas han dejado de ser una excepción y ya son bastantes los cetáceos que han llegado a la costa en los últimos tiempos. Desde ballenas hasta delfines y tanto en los arenales de Ferrol como en los de la comarca, especialmente a Valdoviño, han llegado a las costas muertos por diversos motivos.
Estos días, en la playa de Ponzos se pueden ver hasta dos ejemplares de lo que parecen delfines de pequeño tamaño. Uno de ellos está semienterrado y el otro tiene daños ocasionados, probablemente, por servir de alimento a otros animales.
Otras especies, ya no cetáceos, sino de aves, como el alca común, también llegan a las costas y uno de ellos se encontraba muerto al lado de un delfín.
Como explica el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural, Xan Rodríguez Silvar, la razón de esta presencia de animales muertos que califica de “masiva” es debida “probablemente ao maretón que debe haber fóra” y que arrastra a la costa a los a animales marinos.