La librería Day, localizada en la carretera de A Gándara, acoge este sábado, a las 18.00 horas, la peculiar presentación de “Piano Azul 1”. Esta es la primera obra editada del maestro Manuel Legazpi, que acudirá al encuentro con un piano eléctrico para exponer algunas de las enseñanzas que transmite en el libro, ilustrado por Lidia Amado Rodríguez.
Manuel Legazpi ya había creado contenidos anteriormente como forma de programación para sus clases. En concreto, ideó una pieza que sirviera a los padres para aprender piano en casa con sus hijos. Para ello utilizó un método que usa formas geométricas, con las que se identifican determinadas duraciones, y con colores expresa las alturas.
Esta obra, que no está editada, es el volumen preparatorio que le llevó a publicar “Piano Azul 1”. “La música es un lenguaje como otro cualquiera, en el que primero escuchas a tus familiares y luego reproduces, hasta que después empiezas a leer y escribir”, explica Legazpi. La idea de crear el método didáctico se la sugirió un amigo ingeniero, cuando le transmitió las dificultades que observaba a la hora de enseñar a los más pequeños.
“El libro está bien explicado para alguien que quiera aprender por su cuenta, aunque puedes cometer errores”, declara el profesor, que solventa esta posible carencia con un correo que dispone en la obra, para aquellos que la adquieran y deseen formular dudas. El autor está encantado de ayudar “porque siento que cuanta más gente aprenda música, mejor es la sociedad”, añade.
Legazpi expresa que con un profesor, las lecciones se aprenden mejor, pero no es un elemento imprescindible si existe un buen método. La primera parte del libro está diseñada de forma en la que los dedos de las manos se identifiquen con números.
Se trata de una guía práctica que se divide en apartados como “Ejercicios técnicos, independencia de dedos”, que se inspira en algunas lecciones ya populares de grandes maestros. Uno de los capítulos se dedica a la coordinación de las manos, mientras que otro tiene un carácter más creativo, que es el que lleva las ilustraciones de Lidia Amado.
“Cuando se llevan el libro para casa, lo entienden, porque es fácil”, indica Legazpi, que relata que en muchas ocasiones “se aprende una canción pero no se aprende a leer”. Asimismo, la última parte del libro se dedica al acompañamiento, en la que incluye temas conocidos como “La cucaracha”, para aprender a realizar acordes, que pueden ser útiles según las expectativas individuales, o en un futuro, llevar al aprendiz a ser más creativo.
“El sistema de lenguaje musical es muy complicado”, resume Legazpi. Por este motivo, reflexiona sobre el hecho de si la música se estaría limitando a los niños que reúnen las características para aprender esta disciplina. Como profesor, el método del libro, al que denominó “xeometromusicalización”, alivió en gran medida sus lecciones, ya que resultó de gran utilidad para sus alumnos y ya se encuentra en proceso de elaborar una segunda versión con el “Piano Verde”.