El 31 de diciembre de 2014, el contrato de recogida de residuos urbanos y limpieza de viales, firmado en 1991 y prorrogado hasta el límite establecido en los pliegos, caducó. Un día antes, el martes día 30, el gobierno local, en una sesión extraordinaria, sacó adelante el nuevo pliego, valorado en 7,9 millones de euros, gracias a la primera mayoría absoluta de José Manuel Rey (PP).
No obstante, dado que se trataba de un encargo que abarcaría varios mandatos –tendría una duración de una década– y que el texto no garantizaba la subrogación de los trabajadores, con el cambio de ejecutivo se optó por paralizar el proceso. Así, el objetivo del nuevo alcalde, Jorge Suárez (FeC), era remunicipalizar el servicio, lo que supuso un nuevo procedimiento que, por numerosos factores, no llegó a completarse –su renuncia se aprobó por mayoría en el pleno municipal del 31 de enero de 2019–.
Así, mientras los diferentes gobiernos trataron sin éxito de impulsar sus propios modelos, la prestación siguió realizándose sin contrato. Sin embargo, después de diez años, la nueva mayoría absoluta de Rey Varela logró sacar adelante el nuevo texto, que si nada se tuerce, entrará en funcionamiento en 2026.
El contrato de recogida de residuos y limpieza viaria, cuyo proceso de licitación se inició esta misma semana, será el más grande de los últimos tiempos en términos de cuantía económica, con una dotación de 129.980.150 euros, con impuestos incluidos, y una duración de diez años. El texto, que desde el primer momento despertó las críticas de los grupos de la oposición por no haberse negociado con los mismos y por apostar por un modelo relativamente continuista, se plantea como una modernización del anterior, expandiendo las zonas de actuación, incorporando nuevos servicios y renovando maquinaria, entre otras novedades.
En cuanto al ámbito territorial, el pliego distingue dos áreas de actuación, una urbana que incluye once distritos –con servicio de recogida seis días a la semana y en horario nocturno– y otra rural con 17 parroquias –tres jornadas y durante las horas de sol–. En la primera, de este modo, se incluyen los barrios de Ferrol Vello, Canido, Caranza, San Pablo- Catabois, Ensanche A, Recimil, Ultramar, Santa Mariña do Vilar, Esteiro, San Xoán de Filgueira-O Bertón y A Magdalena, además de un segmento del polígono de A Gándara y el entorno de A Graña. La segunda, por otro lado, está integrada por A Cabana, A Mariña, Brión, Covas, Doniños, Esmelle, Leixa, Mandiá, Marmancón, Trasancos y Serantes –San Felipe, pese a ser parte de la parroquia de Brión, se incluirá en esta área como zona de trabajo independiente–.
Respecto a los diferentes labores que realizará este servicio, la limpieza viaria incluye trabajos como el barrido y baldeado de aceras y calzadas, la retirada de cartelería, eliminación de pintadas, recogida de residuos en la calle –colillas, excrementos de animales, chicles, etcétera–, el adecentamiento de mobiliario urbano y señales o el saneamiento de papeleras y contenedores. La realización de estas faenas se establece mediante un sistema de cuatro niveles, en función del volumen de población en cada zona, de modo que el primero incluye el barrio de A Magdalena y la plaza de España; el segundo contempla parte de Esteiro –principalmente el entorno del campus universitario–; el tercero lo componen el resto de calles del ámbito urbano no incluidas en las dos divisiones anteriores; y el cuarto sería el rural.
Así, el contrato establece el tipo de labor y la periodicidad que debe tener en función de cada nivel –por ejemplo, los turnos de barrido manual y mecánico–, indicando que en el último no es establecen actuaciones mínimas.
La recogida de basura, por otra parte, se realizará según la periodicidad antes mencionada en el ámbito urbano y rural. Como novedad, se renovarán todos los colectores del término municipal, que deberán tener un diseño homogéneo y ergonómico, de carga lateral y con un sistema electrónico que permita comprobar de forma remota el estado de los mismos. Asimismo, a las cuatro fracciones existentes –envases, papel-cartón, vidrio y resto– se suma ahora una quinta, la de biorresiduos, además de los contenedores específicos para pilas, aparatos electrónicos, aceites de cocina usados, voluminosos y enseres, animales muertos y vertidos incontrolados.
De este modo, se instalarán 950 colectores de carga lateral y 150 de trasera para la fracción resto; 500 y 30, respectivamente, para envases; y únicamente laterales, 300 de residuos orgánicos, 400 de papel-cartón y otros tantos de vidrio, 300 para “grandes productores” y 80 para pilas. Por otro lado, el contrato incluye sin coste adicional el servicio de recogida y entrega al gestor de textiles.
Dos de las novedades dentro de los trabajos que realizará el nuevo servicio se encuentra la limpieza, mantenimiento e instalación y retirada de equipamientos en las playas y los desbroces. Las labores en los arenales se realizarán de forma periódica con medios mecánicos y manuales, además del cuidado de los aseos. El Concello, a este respecto, establece tres temporadas: la baja, de enero a marzo y de octubre a diciembre, en la que habrá una periodicidad de los trabajos de una vez al mes; la media –abril y mayo y la primera mitad de octubre–, con labores dos veces cada 30 días; y la alta, de junio a septiembre, con actuaciones diarias.
En relación a los desbroces, el pliego contempla acometer actuaciones cinco veces por semana, principalmente en todas aquellas zonas incluidas en el mencionado nivel cuatro. Se establecerán cuatro equipos, dos de los cuales emplearán sendos tractores con brazo desbrozador y los restantes dos máquinas específicas para las rozas en viales –muy similares a las anteriores, pero con un brazo lateral en lugar del trasero–. Quedan excluidas de todas estas labores las zonas verdes de titularidad municipal, así como viales pertenecientes a otras administraciones supramunicipales u organismos como la Autoridad Portuaria.
Como se indicó en su momento, el contrato incluye la renovación de toda la maquinaria –que además, de extenderse el contrato, se consideraría como ya amortizada, descontándose del coste–, que deberá ser de reciente adquisición y eléctrica –en el caso de los vehículos ligeros, deberán contar con el distintivo cero emisiones de la DGT–.
Si bien no se demanda un número específico de equipos –más allá de ser suficientes para prestar el servicio–, el pliego incluye vehículos recolectores compactadores, otros con caja abierta para los enseres, turismos y furgonetas, tractores, camiones cuba, barredoras y aspiradoras, succionadores para alcantarillas, sopladores de bajo ruido o carros para labores de limpieza manual por los operarios.
El nuevo contrato supondrá la renovación de los 3.833 contenedores que en la actualidad tiene el término municipal. Su número se reducirá hasta los 3.110, aunque al mismo tiempo la división de fracciones será mucho más eficiente, mediante un sistema estandarizado para todo el territorio, además de incorporar un quinto colector para biorresiduos. Los elementos deben tener un diseño unitario y ergonómico, además de contar con un sistema electrónico para conocer su estado en remoto. Por otro lado, los depósitos subterráneos se suprimirán en todo el ayuntamiento, realizándose obras de reurbanización en los puntos en los que se encuentran para recuperar estos espacios.
La adjudicataria del contrato deberá establecer un sistema de punto móvil con dos modalidades: uno asistido y otro de proximidad. En ambos casos, su ámbito de actuación serán aquellos residuos domésticos que, por su naturaleza, no pueden mezclarse con el resto, tales como aceites, baterías, pinturas, pilas o aparatos electrónicos, entre otros. La modalidad móvil estará operativa seis días a la semana, mientras que el de proximidad consistirá en la colocación de una serie de colectores específicos que la empresa deberá inspeccionar de forma periódica. Por el momento no se ha detallado el funcionamiento de esta opción en el día a día de los vecinos de la ciudad.
Con el objetivo de reducir al mínimo la contaminación sonora en las labores del servicio de limpieza, al mismo tiempo que se impulsa la sostenibilidad, los equipos de la nueva adjudicataria deberán ser eléctricos. Esto incluye elementos como sopladores o barredores automáticos. Asimismo, los vehículos ligeros que se empleen en el servicio, tales como turismo o furgonetas deben contar con la etiqueta de cero emisiones de la Dirección General de Tráfico. No obstante, el pliego no hace mención específica de estos requisitos para otros equipamiento de mayor volumen, como pueden ser los tractores o los camiones de basura y de caja abierta para la recogida de enseres y voluminosos.
El pliego de prescripciones técnicas detalla los horarios y la capacidad operativa de los trabajadores que prestarán este renovado servicio. No obstante, el Concello se reserva el derecho de solicitar a la empresa adjudicataria el refuerzo de dichos servicios en épocas señaladas, como la Navidad o la Semana Santa, en previsión al incremento de personas en el término municipal. Asimismo, también puede solicitar actuaciones especiales en días concretos, como el de Año Nuevo, dado el mayor volumen de residuos que se generan. De igual modo, estas obligaciones deberán seguir cumpliéndose al término del contrato hasta que este se prorrogue o salga adelante un nuevo pliego.
Por primera vez, el contrato de recogida de residuos incorpora el servicio de desbroces en la zona rural. Estos, detalla el texto, se realizarán con una periodicidad de cinco días a la semana. Así, el Concello establecerá cuatro equipos para acometer estas labores, dos de los cuales operarán con un tractor con un brazo desbrozador y los otros dos con maquinaria específica para viales. La principal diferencia entre ambos es precisamente el ingenio mecánico, que en el primer caso se sitúa en la parte trasera del vehículo y permite una mayor maniobrabilidad, pero a la vez ocupa más espacio, mientras que el otro se sitúa en el lateral para operar en los márgenes de la calzada en el sentido de la marcha.
Durante la presentación del pliego, el alcalde, José Manuel Rey, afirmó que las playas de Ferrol eran ya un activo turístico que trascendía la temporada estival y que, por ello, su cuidado debía realizarse durante todo el año. Es por ello que el nuevo contrato incluye labores de limpieza y mantenimiento continuo en los arenales ferrolanos. Así, se contemplan labores de adecentado manuales y mecánicas, así como el saneamiento de los aseos. La periodicidad de las labores dependerá de la temporada del año –baja, media y alta–. Asimismo, también será responsabilidad de la adjudicataria la colocación y posterior retirada de elementos móviles como las casetas de los socorristas o los vestuarios.
Además de las fracciones comunes y los residuos no reciclables, el contrato incluye de forma independiente y sin coste alguno –en el pliego se considera como “lote 2”– la retirada y transporte al gestor adecuado de los textiles. Esto supondrá la instalación de 53 contenedores mecánicos específicos en puntos clave del término municipal, así como su vaciado un mínimo de doce veces al año. Asimismo, esta faceta del servicio contempla la obligatoriedad de realizar al menos una vez por ejercicio una campaña de sensibilización por medio de redes sociales y medios de comunicación, así como iniciativas similares, sin un número fijo, en centros sociales, colegios, etcétera.
La adopción de la tecnología de carga lateral en los contenedores supondrá, al menos en las labores de recolección de basura, la reducción del número de operarios por vehículo de tres a uno. Esta situación permitirá al Concello realizar una reorganización del servicio, empleando estos recursos en otras labores, como las de desbroce y la limpieza de playas. Una de las novedades a este respecto es la creación de brigadas multiuso, que servirán para reforzar áreas de trabajo en momentos concretos. La intención del gobierno local es establecer cinco, con un conductor y dos peones cada una, que operarán cinco días a la semana. Asimismo, dos de ellas estarán operativas sábados, domingos y festivos.