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jueves | 2 mayo | 2024
Tan solo unos días después de la romería de Chamorro, la ermita ha vuelto a ser objeto de un robo. La Policía Nacional, alertada por el encargado de abrir y mantener el templo, se desplazó esta mañana hasta el lugar tras el aviso de que los candados de la Ermita habían sido forzados.
“Entraron a lo burro e hicieron muchísimos destrozos. En la puerta de entrada descerrajaron las dos cerraduras y rompieron la chapa que tiene por fuera para protegerla. Dentro también destrozaron el cerrojo de la puerta que da a la sacristía. Es de las antiguas, de las que tienen una llave de hierro. Eso tuvo que ser con una palanqueta porque rompieron el hierro pasador e incluso la piedra”, explica la propietaria de la ermita, Araceli Arias.
Los agentes comprobaron que las imágenes se encuentran en perfectas condiciones y ordenaron no tocar nada hasta que se desplazase la Policía Científica. “Las boetas estaban vacías, podían tener alguna limosna depositada de ayer, pero poca cosa”.
Precisamente este puede ser uno de los móviles que han llevado a los malhechores a subir hasta la ermita, dada la cantidad de dinero recaudada el pasado lunes durante la romería. Por suerte, esa misma jornada se recolectó lo depositado durante la celebración, a la que acudieron miles de romeros. “Ya lo hicimos así por lo que pudiera pasar. Teníamos miedo de que volviesen a entrar y así lo hicieron”, apuntó por su parte el hermano de Araceli, Jesús Arias.
Lo que sí se llevaron los ladrones es el dinero que guardaba el encargado de abrir el templo. “El señor vende velas, estampas y medallas. No sé a cuánto asciende la cantidad, pero suele tener allí algún dinero para por ejemplo, tener cambio”.
Este trabajador se desplaza hasta la ermita de miércoles a domingo, entre las 11.00 y las 19.00 horas, para realizar el mantenimiento. Ayer, nada más llegar, se topó con la ingrata sorpresa. “Eran las diez y poco cuando llegué y vi que estaban las cerraduras forzadas. Di aviso de inmediato”, apunta Francisco Javier Matamoros, catalán de nacimiento y que lleva trabajando en Chamorro desde 2016. “Me encargo de limpiar, de mantener cuidada la ermita... Se llevaron unos cincuenta euros que tenía guardados aquí para tener cambio en la venta de velas o estampitas”, afirma.
En un primer momento se desconocía si los malhechores se habían llevado más objetos del interior del templo, ya que los investigadores ordenaron no tocar nada hasta la llegada de la Policía Científica. “No sabemos si se llevaron el cáliz, el copón y todas las cosas de decir la misa. Tampoco los altavoces, micrófonos o amplificadores, porque no podemos acceder por el momento. Está todo revuelto”, apuntaba a media mañana Araceli Arias.
Una vez tomadas las pertinentes huellas y fotografías por parte de los agentes especializados, los propietarios y el cuidador de la ermita pudieron certificar que los ladrones solamente se habían llevado el metálico de los cepillos y el de las ventas de Matamoros.
“La verdad es que el cáliz y el copón no tienen demasiado valor. Son buenos pero no muy antiguos. Podían haber sustraído también el recipiente en el que el párroco guarda las formas consagradas pero finalmente sólo han dejado destrozos”, apuntó Jesús Arias, que acudirá esta tarde a formalizar la denuncia.
Los propietarios de este lugar de culto ferrolano –lo regentan tres hermanos– ya saben cómo se las gastan los ladrones. Y es que en abril del pasado año los rateros accedieron a la ermita y sustrajeron, en esa ocasión, un tesoro más suculento: Las joyas de la Virgen del Nordés.
Aunque se desconoce el valor exacto que pudiesen tener, en aquel momento la Policía Nacional lo cifró en unos 3.000 euros, teniendo en cuenta el precio por gramo de oro. Los malhechores no dieron importancia tampoco, por aquel entonces, a otros objetos que se encuentran en la ermita.
