Isabel Blanco: “En el testamento vital expresas qué cuidados quieres al final de la vida y en qué condiciones no quieres vivir”

Isabel Blanco: “En el testamento vital expresas qué cuidados quieres al final de la vida y en qué condiciones no quieres vivir”
Isabel Blanco, este jueves, en una charla divulgativa en el Ateneo | j.m.

Vicepresidenta en Galicia de la Asociación DMD


El testamento vital lleva desde principios de siglo reconocido pero Galicia es una de las Comunidades Autonómas en las que menos se utiliza. La asociación Derecho a Morir Dignamente achaca a la falta de divulgación desde las autoridades este porcentaje tan bajo, así como a la carencia de puntos de registro. Esta semana su vicepresidenta, Isabel Blanco, habló en el Ateneo sobre este documento –que en Galicia se llama Documento de Instrucciones Previas– y sobre la eutanasia, incorporada a la legislación hace menos de un año.


El testamento vital y la eutanasia son conceptos diferentes.

Totalmente diferentes, en el testamento vital tú manifiestas por escrito los cuidados que quieres recibir al final de tu vida y lo que decides respecto a, por ejemplo, donar órganos. Eutanasia es recibir ayuda para morir, puede llegar a ser necesario o no, son dos cosas distintas.


La población, ¿conoce estas posibilidades?

Para eso estamos la asociación Derecho a Morir Dignamente, porque pensamos que se hace muy poca divulgación de estos derechos que ya están legislados. El testamento vital está reconocido en el territorio español desde principios de los 2000, hace más de 20 años; en Galicia hay registro de Documento de Instrucciones Previas desde 2014, pero nosotros pensamos que se hace muy poca divulgación de este derecho.


El porcentaje de personas que en Galicia hacen testamento vital es de un 0,5%, de los más bajos de España.

Estamos los quintos por la cola. No es nada sorprendente porque, por ejemplo, igual que en los centros de salud hay carteles para vacunarse de la gripe o para usar mascarillas, tenía que haber carteles también animando a la gente a que hagan el testamento vital y eso no se está haciendo. El otro problema es que hay pocos puntos de registro.


¿Dónde puede hacerse?

Se puede hacer ante notario, se puede hacer ante tres testigos y se puede hacer ante un funcionario público que esté acreditado. Lo que es interesante es registrarlo porque ese funcionario acredita que tú estás en condiciones mentales, que eres capaz, que no estás forzado a hacer ese testamento; y al hacer el registro del documento queda inmediatamente incluido en tu historia clínica, con lo cual el personal sanitario que te atiende lo puede ver.


Y hay pocos.

En la provincia de A Coruña hay 22, en Pontevedra y en Ourense hay 8 y 9 y en Lugo hay uno, en la capital nada más. La falta de información por un lado y los pocos puntos de registro son las cosas que pensamos que no favorecen que haya más número de testamentos vitales registrados.


¿Somos reacios a plantearnos estas cuestiones, a hablar de la enfermedad y de la muerte?

Es un tema tabú el de la muerte, es lo único seguro que tenemos en la vida pero es un tema tabú del que nos cuesta hablar. A nosotros como asociación nos parece muy importante reflexionar y conocer esos derechos porque tú puedes decidir los cuidados que quieres recibir al final de tu vida. Así, los profesionales sanitarios pueden respetar tus deseos y para la familia y gente allegada es muy tranquilizador porque sabe y respeta lo que tú querías. No tienen que decidir en momentos tan difíciles, cuando una persona está enferma, qué se hace o no se hace, porque se respeta la decisión de la persona que lo dijo en el momento en el que podía expresarlo. Mientras tú te puedes expresar y comprender estás tomando tus decisiones sobre los cuidados que quieres recibir pero cuando no te puedes expresar es cuando entra en función el testamento vital.


¿Hay alguna edad recomendada para hacerlo?

Para hacer el testamento vital hay que ser mayor de edad. Como la muerte nos puede acontecer en cualquier momento nosotros recomendamos hacerlo cuando una persona reflexione sobre ello, mejor antes de estar enfermo. Además se puede cambiar. De hecho, la ley de eutanasia, que es del año pasado, hay gente que no la reflejaba en el testamento vital y ahora si quieren pueden hacer constar en el documento que, si llega el momento y reúnen las condiciones que marca la ley, solicitan ayuda para morir.


¿Hay diferencias entre Comunidades Autónomas? Las hay por lo menos en el nombre.

Documento de Instrucciones Previas, Últimas Voluntades, Testamento Vital... Pero es todo lo mismo, es el documento en el que tú expresas los cuidados que quieres recibir al final de la vida y en qué condiciones no quieres vivir, sobre todo eso. Cada persona decide, cada persona tiene sus valores y su perspectiva en la vida de cómo es una vida digna y cómo no y dice: “Pues yo quiero llegar hasta aquí, si soy muy dependiente, no me puedo levantar, no me puedo lavar, no puedo comer, no puedo comunicarme... pues yo en esas condiciones no quiero seguir y entonces rechazo que me den algún tratamiento”. Cada persona tiene que poner en qué condiciones no quiere seguir viviendo para que eso sea respetado al final de su vida.


Ese derecho está garantizado ahora mismo en España.

En España es un derecho que está reconocido en las leyes y es obligación del personal sanitario el respetarlo.


¿También respecto a la eutanasia, teniendo en cuenta que existe la objeción de conciencia?

En el caso de la eutanasia tenemos poca experiencia porque es una ley que lleva muy poco tiempo funcionando. Ahora en junio hará un año. La ley reconoce que el personal sanitario implicado directamente puede declararse objetor y que es obligación de las administraciones sanitarias el asegurar la prestación de la eutanasia. Es algo que iremos viendo cómo se va aplicando.


Se trata de un derecho reivindicado durante muchos años.

La primera propuesta de ley que hubo para solicitar ayuda a morir fue de 1994. Hubo quince proposiciones de ley en el Parlamento español sobre estos derechos y al final se pudo conseguir cuando las fuerzas políticas fueron mayoría para votarlo. La eutanasia es algo voluntario y lo tienes que solicitar de forma reiterada. Tienes que estar informado de cómo es el proceso de tu enfermedad, qué alternativas terapéuticas te quedan, cómo son... En los países que la tienen regulada solamente hay entre un 2 y un 4% de personas que mueren por eutanasia. Muy poquita gente porque hay otras situaciones que ya están legisladas, como en la ley de 2015 de los derechos de los enfermos terminales, que te permiten no seguir avanzando en unas condiciones que tú no consideras dignas. La eutanasia, lo que es la solicitud de ayuda a morir directamente, es muy poquita población la que va a llegar a solicitarla pero nos parece un gran avance el poder hacerlo.

Isabel Blanco: “En el testamento vital expresas qué cuidados quieres al final de la vida y en qué condiciones no quieres vivir”

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