La muerte de Rafael Pillado apaga otra llama de la memoria de la lucha obrera

La muerte de Rafael Pillado apaga otra llama de la memoria de la lucha obrera
Rafael Pillado, en septiembre, a la entrada al juicio contra Navantia I E. Cortizas

La memoria de la lucha obrera contra el franquismo y por la democracia, la particular generación grandiosa ferrolana, pierde otra luz. Rafael Pillado Lista (San Cibrao, 1942) falleció este lunes víctima de un cáncer de pulmón (mesotelioma) provocado por la exposición al amianto sin protección durante su trabajo en el astillero Bazán. Él mismo hizo pública su enfermedad hace apenas un año, decidido a que su condición no fuese clandestina y sirviese para apuntalar la larga lucha de los trabajadores enfermos frente a la empresa pública, que también lideró desde la asociación Agavida. Fue su última batalla victoriosa. El Juzgado de lo Social número 2 de Ferrol admitió parcialmente la reclamación y condenó a Navantia a pagar una indemnización de casi 128.000 euros. 


La vida de Pillado está plagada de luchas que recopila en sus memorias con convicción y sin amargura. Llegó a Ferrol con tres años para instalarse en San Felipe. Su padre, militante comunista, estaba encarcelado en el castillo. Con 15 años empezó a trabajar en Bazán y con 18 entró en el Partido Comunista y en las Juventudes Comunistas. Con otros históricos nombres ligados a la lucha sindical y política (Julio Aneiros, Paco Filgueiras, Paco Balón, José María Riobó, Manuel Amor Deus, Fernando Miramontes...) impulsó desde el ámbito laboral el cambio social que movió los cimientos de la dictadura y participó en la creación de las primeras Comisiones Obreras. Entró y salió de la cárcel –tras los sucesos de marzo del 72, permaneció preso cuatro años, hasta la amnistía del 76– y fue también, ya fuera del PC, un político que participó en la vida municipal (concejal en el Concello de Ferrol por el PSOE, siendo alcalde Couce Pereiro). Acabaría dejando el Partido Socialista para implicarse en el espacio de Podemos.

 

Era una persona comprometida pero también tremendamente alegre. Le gustaba disfrutar de la vida


Rafael Pillado se reconoce en los últimos años en un incansable activismo en causas diversas, desde el Comité Cidadán en contra de la instalación de la planta de gas dentro de la ría hasta protestas antidesahucios tras la Gran Recesión de 2008, pasando por la colaboración con la asociación cultural Fuco Buxán, una casa que ayer lloraba una noticia esperada y que sabían inminente tras el empeoramiento de su estado de salud en los últimos días.

 

 

Un dirigente “único”


“El sentimiento es de una pérdida enorme, aunque hacía un año que estábamos esperando este desenlace”, comentaba ayer Víctor García Novás, directivo de la asociación. “Hasta el último momento hizo honor al coraje que tenía siempre y luchó hasta el último minuto”, añade. Sin embargo, frente a su faceta como sindicalista, activista y político prefiere destacar su perfil humano. “Era una persona tremendamente comprometida pero también tremendamente alegre. Le gustaba reírse, le gustaba ser muy amigo de la gente que le rodeaba, le gustaba comer, le gustaba beber, le gustaba disfrutar de la vida”.

 

 


También Manuel Rodríguez Carballeira “Lalán”, que presidió la entidad, recordaba la entereza con la que afrontó su enfermedad y su compromiso vital. “É un exemplo coa súa traxectoria, cos seus valores de facer unha sociedade máis xusta, máis libre e igualitaria ao longo de toda a súa vida”. Para Lalán “é un dirixente único do movemento obreiro”.

 

É un exemplo coa súa traxectoria, cos seus valores de facer unha sociedade máis xusta, máis libre e igualitaria ao longo de toda a súa vida


Fuco Buxán, que publicó sus dos tomos de memorias, le organizó un homenaje en el Jofre en 2017, con motivo de su 75 aniversario. “No se trata de un homenaje personal sino a un colectivo”, decía entonces, acompañado por su mujer, Pilar, y por sus hijas Emma y Susana. 


El Concello de Ferrol lo distinguió este mismo enero con la Insignia de Ouro de la ciudad, el día de San Xiao, un colofón a un año de actos conmemorativos del 50 aniversario de la represión mortal del 10 de Marzo de 1972 a los que Pillado acudió siempre que la enfermedad se lo permitió.


Su capilla ardiente está instalada en el Tanatorio San Lorenzo. El entierro será el miércoles 22, con salida a las 11.00 hacia Catabois.

 

 

Pésame institucional y del movimiento asociativo

 

Las muestras públicas de condolencias se sucedieron desde media tarde de ayer, cuando trascendió la noticia de la muerte de Pillado. El alcalde de Ferrol, Ángel Mato, expresó su pésame a familiares y amigos y lo calificó de “persoa excepcional” y “referente na loita a prol da democracia”. Otros dirigentes políticos como Jorge Suárez, José Manuel Rey, Iván Rivas o Yolanda Díaz expresaban su pesar y momentos compartidos en redes sociales. También partidos políticos, sindicatos, asociaciones y movimientos en los que estuvo implicado, como el Comité Cidadán de Emerxencia o Memoria Histórica Democrática, enviaron comunicados de reconocimiento y de duelo para acompañar a sus seres queridos.

 

DSC7560 18222866
Pillado, en el centro, con el alcalde de Ferrol, Ángel Mato, y la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, al recibir la Insignia de Ouro de Ferrol I E. Cortizas

La muerte de Rafael Pillado apaga otra llama de la memoria de la lucha obrera

Te puede interesar