Más de medio centenar de personas, entre autoridades civiles, militares y empresariales, representantes políticos y vecinos acudieron ayer al acto de inauguración del nuevo local social de la AVV de A Magdalena, situado en la intersección de las calles Lugo y Galiano.

La cita, encabezada por el presidente de la entidad, Pedro Sanz, fue especialmente significativa, en tanto a que, como destacó el dirigente, esta asociación era la única que carecía de una sede física para atender a los residentes. Curiosamente, las altas temperaturas registradas ayer, incluso al inicio del evento, sobre las ocho de la tarde, obligó a trasladar la emotiva celebración a la calle –algo en cierto punto apropiado, dado que “es donde tiene que estar la AVV”, afirmó Sanz–.

Así, el acto arrancó con unas palabras del presidente, que además de agradecer a los presentes su compañía hizo un repaso de las relaciones institucionales de la asociación durante la última década –con sus buenas palabras y también con algunos “tirones de oreja”–. Seguidamente, la diputada provincial Cristina Capelán tomó el relevo de Sanz –el alquiler del local fue posible en parte por una subvención de la Diputación–, poniendo en valor la labor de estas entidades y su importancia para servir de nexo entre los residentes y las instituciones.

De un modo similar se expresó el teniente de alcalde, Javier Díaz, que incidió en la relación del Concello con la AVV y el intenso trabajo que esta realiza. Asimismo, Díaz Mosquera también adelantó que esta asociación contará en un futuro con un segundo local, dedicado a la realización de actividades, en la antigua sede de la oficina de turismo de la Xunta.

El evento, al que siguió un ágape, lo cerró el obispo Fernando García Cadiñanos, con una oración y la bendición del nuevo local social.